Pedri y Ferran Torres desatascan el estreno del Barcelona en Montjuïc. El Cádiz pudo sacar más, pero topó de nuevo con un gran Ter Stegen
Cuando uno estrena casa siempre te das cuenta (a última hora) que falta algo. Y fundamental. Invitas a los amigos y para que vean tu nuevo domicilio y es entonces cuando te das cuenta de que careces de utensilios tan básicos como sartenes, escobilla para el cuarto de baño o pinzas para poder tender la colada. El Barcelona está en este proceso de adaptación y le cuesta adaptarse a su nuevo hogar, pero a base de insistencia logró adecentar su nueva casa para dar una buena imagen en su estreno. Ganó el Barça al Cádiz por 2-0 con goles de Pedri y de Ferran Torres que llegaron en los últimos diez minutos del partido después de pasarse 80 minutos tratando de adecentar el piso. Estuvo muy cerca el equipo de Sergio de dar un disgusto al actual campeón de Liga, pero falló en los metros finales, donde el equipo catalán volvió a encomendarse a un Ter Stegen decisivo de entrada y luego de encontrar la inspiración de Pedri y Ferran.
Dos misiones tenía el Barcelona en su estreno como local en Montjuïc: ganar y seducir. La cosa empezó complicada. Se logró lo primero, pero lo segundo deberá de esperar.
A pesar de la alineación atrevida de Xavi, que apostó por Lamine Yamal como titular, el equipo de entrada volvió a hacer la perla. Es difícil jugar más lento que cómo lo hizo el Barcelona ayer. A excepción de Lamine Yamal, las aportaciones de los que deben de ser los actores principales del Barça fueron paupérrimas de inicio.
Gündogan, Pedri y Lewandowski no producían nada, pero a base de insistir lograron, al menos, los dos primeros, resolver la situación y corregir un partido en el que nunca parecieron sentirse cómodos.
Pedri acabó, a base de insistir, decidiendo un partido en el que el Barça volvió a ser muy plano y decantó un partido tan incómodo como la visita de tus padres cuando llegas a tu nuevo piso. Tú crees que todo estará bien, pero resulta que hay que improvisar. O insistir. Y eso es lo que hicieron Gündogan y Pedri hasta que lograron adecentar por la vía dramática el piso.
De entrada, al Barça no le salía el discurso por falta de velocidad y al Cádiz le salía el partido soñado, a excepción de poder aprovechar la ocasión de la vida de Roger, que desbarató Ter Stegen, que sigue siendo la boya que mantiene a flote al Barcelona cuando todo parece perdido. La pregunta sigue siendo qué pasará cuando en vez del Cádiz, esté otro equipo en frente. De no ser por el portero alemán, que volvió a estar excelente en uno contra uno El Barça podía empezar la inauguración de su nueva casa perdiendo. La primera parte del Barça fue deprimente.
Quedaba la esperanza de que, como pasó en el Gamper, la cosa se arreglara en un arreón final. Porque la puesta en escena, a excepción de los arranques de Lamine Yamal y las paradas de Ter Stegen, era cuestionable.
Pero el golpe final llegó de la mano del talento. Cierto es que el Cádiz tuvo sus ocasiones, pero también que la profundidad de plantilla del Barcelona es difícilmente superable. Un equipo que asocia a pedri y a Gündogan en el centro del campo sabe que, antes o después, una les saldrá. Eso fue el 1-0.
Y si además tienes en el banquillo a Ansu Fati, a Abde y a Ferran Torres y los sacas cuando el rival ya está pidiendo la hora, tienes muchos puntos a tu favor. Fue así como el de Foios acabó sentenciando el partido en el descuento con un gol que le hace ganar posiciones para aspirar a la titularidad ante el sospechoso momento de Lewandowski.