La adaptación de Jude al Real Madrid va más allá de lo deportivo. El fin de semana viajó a Francia con Camavinga, Rodrygo, Tchouameni y Mendy.
Si alguien ponía en cuarentena el fichaje de Bellingham, auspiciado en un periodo de adaptación que no siempre ha sido sencillo para el futbolista británico, Jude se está encargado de despejar las dudas -si las había-. A base de goles (ya son cuatro, pichichi en Liga) y complicidad con sus compañeros. Dentro y fuera del campo. Una de las claves de este Madrid es el grupo, lo ha destacado Ancelotti en repetidas ocasiones. “Es el vestuario más sano que he tenido”, confesó antes de ganar la Supercopa de Europa al Eintracht (2-0) en 2022. Y Bellingham se ha ajustado a la plantilla como un guante. Sirva el fin de semana en Saint Tropez con Rodrygo, Camavinga, Tchouameni y Mendy como último ejemplo.
Carletto dio dos días libres a la plantilla, tras la victoria en Vigo el viernes gracias al tanto del 5, y el quinteto se marchó al sur de Francia para disfrutar del breve asueto. Allí, las estrellas blancas han exprimido el tiempo en el lujoso ‘Verde Beach Club’ de la Costa Azul francesa para hacer ‘familia’. Algo en lo que Bellingham ha destacado especialmente. Ya a su llegada se fue de cena con Arda Güler, Fran García y Brahim, un encuentro organizado por Juni Calafat en el madrileño restaurante De María. Especialmente importante en esa adaptación exprés ha sido el malagueño, con quien ha entablado una estupenda relación gracias al pasado en Mánchester de Brahim, algo que le hace manejarse bien en inglés.
Casos de británicos anteriores (ingleses como Laurie Cunningham, Jonathan Woodgate o Michael Owen, con el añadido galés de Gareth Bale), cuya adaptación no fue plena por el factor idiomático, no está siendo una traba para Jude. En el colegio coqueteó con el castellano y poco a poco está mejorando a través del estudio, aunque la conversación en Saint Tropez haya sido una especie de Torre de Babel, un compendio de francés, castellano e inglés, según explican desde el entorno de los futbolistas a este periódico de manera simpática. Eso sí, ello no ha impedido a los jóvenes potenciar su relación. Belli, como le conocen en el vestuario, lo verbalizó en Instagram. “Amigos”, acompañó a una publicación en la red social donde aparecía junto a Camavinga y Tchouameni.
El hecho de haber optado por salir de Inglaterra a los 17 años para crecer en Alemania (Borussia Dortmund) apoya ese Jude extrovertido que ya se vislumbró en pretemporada. No rehúye la aparición pública (en Houston habló con los medios en zona mixta y tras su doblete al Almería repitió), donde exuda carisma. En el vestuario están encantados con el de Stourbridge e internamente pueden darse golpes en el pecho al comprobarse sus positivos informes prefichaje como correctos. Bellingham ha caído de pie en el Madrid y no sólo por su fútbol.
AS