Ancelotti tiene un plan

El italiano se ha apoyado en Pintus esta semana para exhibir músculo en el estreno liguero. Quiere sacar rédito al poderío de la plantilla, ante los desajustes propios del nuevo sistema.

Dicen que tan importante es en la vida paliar tus defectos como potenciar tus virtudes. Y en eso está el Madrid, con Ancelotti como cabeza pensante y Pintus como brazo ejecutor. Máscaras, carreras, zapatillas de correr… Desde que el domingo el italiano volviese a pasar revista en Valdebebas tras dos días de descanso, la dinámica ha sido la misma: mucho físico y poco balón. Es la hoja de ruta trazada para el último tramo de la preparación veraniega. El plan de un Ancelotti del que se espera, sobre todo, poner fin a la sangría defensiva que la gira estadounidense ha dejado (ocho goles en cuatro partidos).

“Faltó equilibrio y necesitamos arreglarlo”, reconoció Carletto, a modo de conclusión, tras la derrota ante la Juve. Y sí, los desajustes propios del 4-3-1-2 de nuevo cuño están, por descontado, en el dossier de tareas pendientes del técnico, pero el de Reggiolo, hombre de fútbol, es sabedor de que el acomodo a un nuevo esquema no se resuelve en siete días. Requiere tiempo, paciencia y partidos. Por ello, en la última semana de trabajo antes del estreno liguero en San Mamés, ha optado por anteponer la parcela física a la táctica. La prioridad: hacer muy bien lo que ya sé hacer bien. Lo puso en valor el propio Xavi tras El Clásico de Dallas: “El Madrid tiene la plantilla más física del mundo”, aseveró. No es el único que lo piensa. Ancelotti también conoce las armas de las que dispone y por ello aspira a sacarles el mayor rédito posible.

Con este fin, volvieron el martes las máscaras a la Ciudad Deportiva blanca. “Máscaras de hipoxia”, se aseguró en primera instancia en redes. Pero que no cunda la confusión, la asociación es errónea. Lejos de simular la hipoxia, las máscaras permiten medir el esfuerzo y detectar el volumen máximo de oxígeno que utilizan los jugadores en su actividad. Una herramienta muy útil de la que se sirve el staff del italiano para distribuir cargas y programar con exactitud entrenamientos.

Pintus, a escena

Anécdotas aparte, Pintus ha vuelto a escena tras un inicio de verano en el que su método causó estragos en la plantilla. “No es buena persona”, llegó a comentar entre risas Miltão, ya en Los Ángeles. “Nos está matando”, había dicho Valverde días antes en Madrid. El preparador físico blanco se hizo notar en el primer tramo de la pretemporada. No obstante, la inmediatez de los partidos (el equipo jugó cuatro en apenas once días) y los contínuos viajes a lo largo y ancho del país de las barras y las estrellas (Los Ángeles – Houston – Dallas – Orlando), impidieron al Sargento de Hierro gozar de la continuidad necesaria para aplicar su método con tranquilidad.

Principalmente a causa de esta premura, y como broche a la preparación, el cuerpo técnico ha decidido volver a hacer hincapié en lo físico antes de escalar la primera montaña del nuevo ejercicio en Bilbao. Ávido de pescar en la debilidad ajena, Ancelotti quiere aprovechar el proceso de engranaje de sus rivales en el arranque (a excepción del Athletic, varios han sumado un gran número de incorporaciones) e imponerse por músculo. Han sido cuatro días de esta segunda mini-pretemporada en Valdebebas que virará hacia lo técnico-táctico a partir de hoy. Cuatro sesiones vitamínicas de las que el italiano ha echado mano para empezar con buen pie el próximo sábado (21:30). San Mamés dictará sentencia.

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