El brasileño se consolida como MVP de este Madrid. Ante el Milan marcó un gol muy similar al que le hizo al Liverpool en la Champions 20-21 en el estadio Alfredo Di Stéfano.
Unas sesiones de entrenamiento que caben en los dedos de una mano le han bastado a Vinicius (23 años recién cumplidos: los celebró hace dos semanas) para demostrar a los aficionados madridistas que acepta el reto de suceder a Karim Benzema (35) como máximo estilete de los blancos para la temporada que viene (a falta de que se concrete o no lo de Mabppé). Un Vinicius que se tiró al espacio libre para recibir el balón que Luka Modric (37) le lanzó a falta de seis minutos para cumplir el tiempo oficial del encuentro, controlara con el pecho, superara a Kjaer (34) y batiera a Maignan (28) para darle el triunfo a los blancos después de una buena remontada en los segundos 45 minutos de partido. Un gol muy similar al que le marcó al Liverpool en la Champions de la campaña 2020-21 celebrado en el estadio Alfredo Di Stéfano, aunque en aquella ocasión fue Kroos (33) su pasador.
El nuevo dorsal 7 del equipo blanco se mostró vertical, explosivo, regateador (fue el madridista que más regates intentó en todo el partido, y eso que sólo jugó la segunda parte con un total de nueve), y volvió a ver puerta después de seis partidos sin hacerlo: la última vez que marcó fue en la ida de las semifinales de la Champions ante el Manchester City el pasado mes de mayo en el Santiago Bernabéu. Posteriormente vendría su expulsión y todo lo grave acontecido en Mestalla en la derrota blanca ante el Valencia (1-0). Además del gol marcado en Pasadena, Vini fue el jugador que más veces buscó la portería rossonera: con un total de tres disparos, dos de ellos entre los tres palos. Sólo Valverde (25) disparó más que él (cuatro, con dos entre palos, los dos primeros goles blancos de la temporada).
Pero aparte, el brasileño fue el gran dinamizador del encuentro. Entró en el terreno de juego en el descanso con el equipo perdiendo (2-0), pero pronto empezó a mostrar todo su repertorio de regates, amagos, salidas, remates…
El público asistente en el Rose Bowl de Pasadena acabó coreando su nombre, mientras él sonreía por lo bajini. Sigue siendo un niño, pero la responsabilidad no le pesa. El año pasado logró 23 goles y asistió en otros 21. En la campaña 2021-22, anotó 22 goles y participó con otras 10 asistencias. No le gusta ponerse metas, pero de puertas para adentro sabe que en cada temporada se le va a exigir más. No se arredra. En UCLA es de los primeros completando los trabajos de Pintus: sabe que es la mejor manera de enfrentarse a una campaña en la que el Madrid comienza de cero en busca de más títulos. Con 23 años recién cumplidos, se atisba otra temporada fantástica de Vini…
AS