El Madrid cerró el ejercicio 2022-23 con 128,2 millones en caja y tiene líneas de crédito sin ejecutar por valor de 265. Casi 400 de colchón para encarar la operación.
El Real Madrid sigue viendo la situación de Kylian Mbappé desde la barrera. El PSG advirtió al francés de que debía renovar su contrato, que en estos momentos finaliza en junio de 2024, o ser traspasado este mismo verano para evitar que se marche gratis dentro de un año. El propio Nasser Al Khelaïfi, presidente del PSG, planteó un ultimátum de “dos o tres semanas” a Mbappé, aunque ‘L’Èquipe’ luego planteó que la verdadera fecha límite es el 31 de julio.Pero Mbappé no se dio por aludido, el lunes se reincorporó la trabajo con el PSG de Luis Enrique y ha transmitido que su deseo es quedarse y cumplir su año de contrato restante.
En el horizonte, un hecho clave: el 1 de agosto Mbappé debe cobrar 40 de los 80 millones de la prima de fidelidad que tiene por contrato este curso que viene. Todos asumen que a partir de esa fecha las condiciones de la partida cambiarán, también el Madrid, que sabe que llevar la situación hasta la última semana del mercado potencia sus intereses de rebajar las cantidades. El PSG pretende una cantidad récord (ahora mismo la plusmarca está en los 222 millones que el propio PSG pagó por Neymar al Barcelona) y Mbappé no quiere renunciar a su prima de fidelidad. Mucho dinero, una operación que se acerca a los 400 millones, cantidades a las que el Madrid no se plantea llegar. Aunque, por potencial económico, podría hacerlo.
Este lunes el club blanco presentó el resumen de sus cuentas de la temporada 2022-23, un esbozo de lo que explicará más adelante en la Asamblea de Socios Compromisarios, que suele celebrarse entre octubre y noviembre, en función del calendario. El resumen es alentador para los que piensan que el Madrid debe cortar por lo sano y presentar una oferta importante por Mbappé para asegurarse ya su fichaje: los ingresos han crecido hasta los 843 millones (superando por primera vez los ingresos previos a la pandemia de Covid-19), el ejercicio se ha cerrado con un ligero beneficio de 11,8 millones y, lo más importante, la tesorería a 30 de junio era de 128,2 millones.
A esos 128,2 millones hay que sumar distintas líneas de crédito sin disponer que podrían reportar al Madrid, en total, hasta 265 millones de euros para afrontar “con holgura”, según la propia información del club, “los compromisos de pago previstos”. Entre esos compromisos no está aún el del traspaso de Mbappé, pero queda claro que hay munición si toca entrar en esa batalla: son 393 millones, entre la tesorería y las líneas de crédito, a disposición del Madrid. Casi 400 millones de euros para sustentar una operación histórica.
Y el nuevo Bernabéu, en la recámara
El propio Madrid, en su comunicado, hace referencia al momento extraño que vive el mercado de fichajes: “Se constata una mayor dificultad de realizar traspasos de cuantía significativa tanto por las enormes pérdidas incurridas por la mayoría de clubes europeos por la Covid-19 como por la propia evolución de la dinámica del mercado, con una cantidad creciente de jugadores que acaban contrato sin ser traspasados”. Hacía referencia en esta parte el Madrid a la dificultad que ha encontrado para vender a jugadores como Asensio, Hazard o Mariano, aunque por esa misma vía llegaron Alaba y Rüdiger, y casi lo hace Mbappé hace ahora un año.
El informe preliminar retrata un Madrid con una salud económica férrea, que ha superado ampliamente la barrera de los 800 millones de ingresos por primera vez y al que le vienen tiempos aún mejores en lo financiero con la finalización de las obras del estadio Santiago Bernabéu. Los ingresos procedentes del estadio siguen siendo menores al inicio de la obra (un 13% menos que en la campaña 2018-19) debido a la reducción de sitios. Pero la previsión es que la obra, en su parte fundamental, esté acabada a finales de 2023 y que, desde enero de 2024, entren en juego las nuevas líneas de negocio que van a impulsar los ingresos del club, aunque no estarán a pleno rendimiento hasta el curso 2024-25, el primero con el nuevo Bernabéu a punto desde el arranque. La devolución de los 800 millones de préstamo que se ha solicitado para acometer la obra no debería ser obstáculo para que el Madrid acuda al mercado con alegría: ya ha recibido todo el préstamo y empieza a devolverlo el próximo 30 de julio, con una primera cuota de amortización de 34 millones.
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