El técnico, que remata los flecos de la renovación, pide “dos jugadores de nivel por puesto” antes de definir los objetivos. No quiere que se generen falsas expectativas y luego se le señale a él.
Xavi Hernández quiere manejar el relato del Barça 2023-24. Consciente de que se le va a exigir más incluso que esta temporada, en la que ha ganado Liga y Supercopa, y aun así ha existido debate futbolístico más allá del doble fracaso en Europa, el pasado domingo mandó un mensaje claro a la cúpula directiva del club azulgrana que liderarán Mateu Alemany y Deco. “Necesitamos dos jugadores de nivel por posición”, dijo el técnico quien, más allá de que venga o no Messi, no quiere que se le exijan logros que sean inalcanzables si la plantilla no mejora su nivel de calidad. De ahí este aviso a navegantes que ya ha venido repitiendo en rueda de prensa durante las últimas semanas.
Aunque faltan flecos para rematar su renovación, Xavi seguirá en el Barça con un contrato ampliado y mejorado en el que también ha pedido más reconocimiento para un staff que lideran su hermano Òscar “podría ser entrenador del Barça o dirigir en cualquier equipo de Primera”) y Sergio Alegre. Pero una vez dado ese primer paso, el técnico quiere ir con pies de plomo y no generar unas expectativas que no se puedan cumplir.
Laporta le pide ser competitivo en Europa y él le pide fichajes. Para empezar, un recambio potente de Sergio Busquets; y no se llama Rúben Neves, a quien el técnico sospecha que su presidente quiere colocar por ascedencia de Jorge Mendes. Xavi quiere un jugador mucho más posicional y está empeñado en que el club haga un esfuerzo por Zubimendi. El donostiarra, sin embargo, quiere jugar en la Real Sociedad la Champions, por lo que un plan B podría ser Kimmich. Amrabat no tiene el nivel esperado. También ha sonado Guido Rodríguez, del Betis.
Además del pivote, el Barça necesita laterales derechos. Y no sólo uno. Jules Koundé no quiere jugar en esa posición y a Sergi Roberto le cuesta dar el nivel ahí, especialmente en partidos grandes. El mexicano Julián Araújo es una incógnita, así que el puesto está cojísimo. Xavi también quiere más creatividad en el medio, de ahí Gundogan como objetivo; y desequilibrio arriba.
Xavi no quiere repetir el error del año pasado, cuando habló de “plantillón”. Luego se ha encontrado con carencias que no esperaba y esta vez, antes de definir los objetivos, esperará a ver la foto final del plantel. No quiere que se generen falsas expectativas y luego se le señale a él. Por eso ha decidido adelantarse al relato y pedir antes de que le pidan.
AS