Manchester City se impuso a Inter 1-0, en el estadio Ataturk Olimpiyat, de Estambul, y se adjudicó, invicto, la Champions League, su tercer título del año (tras la Champions League y la FA Cup). Un buena definición del español Rodrigo Rodri Hernández sentenció el resultado y el festejo.
Para Pep Guardiola fue volver a levantar la Orejona, como lo había hecho con Barcelona en 2009 y en 2011. Eufórico, el entrenador español declaró tras esta tercera conquista: “Podríamos haber perdido y seríamos los mismos. Este año estaba escrito en las estrellas. No me considero especial si gano, y tampoco me siento un perdedor si no gano. En el fútbol esas cosas pueden pasar”.
El conjunto italiano, con la presencia de Lautaro Martínez, no le dejo espacios al Manchester City (Julián Álvarez y Máximo Perrone permanecieron en el banco) y le hizo incómodo el partido. Pero no arrimó peligro en el arco de enfrente.
El quiebre se produjo a los 23 minutos del segundo tiempo con una gran jugada y gran resolución, típica del multicampeón inglés. Bernardo Silva recibió el pase medido de Manuel Akanji y envió el centro atrás; después de un rebote lo tomó Rodri y su espléndido remate frontal de derecha pasó por el único resquicio posible y se transformó en el 1 a 0.
El conjunto italiano buscó la igualdad con fervor en los instantes finales. Y dispuso de algunas chances claras, como un cabezazo de Federico Dimarco que pegó en el travesaño y un disparo de Romelu Lukaku tapado a puro reflejo por Ederson.
Así Manchester City ganó la Champions League por primera vez en la historia.