El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, visitó las instalaciones de la Liga Profesional de Fútbol de la AFA, en una jornada en la que los presidentes de los clubes de Primera División compartieron una reunión de Comité Ejecutivo, un partido de metegol con Claudio Chiqui Tapia, un almuerzo en un restaurante de la zona y más tarde un partido de fútbol en el estadio de Argentinos Juniors.
Infantino había llegado a la Argentina para asistir a la final del Mundial Sub 20 en La Plata, con la consagración de Uruguay, y el viaje fue aprovechado para hacerle conocer las instalaciones de la LPF y recibir un homenaje por parte de Tapia y del fútbol argentino: la sala de conferencias y de reuniones de Comité se va a llamar “Salón Gianni Infantino”, en honor al gran vínculo que el titular de la FIFA generó con nuestro país.
Además, en la oficina del presidente se descubrió una placa con motivo de la visita de Infantino al lugar. En ese acto, al que concurrió también el Ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, Tapia afirmó que “éste es un humilde reconocimiento a su visita. Somos privilegiados al tenerlo aquí, en su cuarta visita durante mi presidencia”.
El titular de la FIFA lo interrumpió, abriendo un diálogo jocoso y bien futbolero:
-Infantino: Cuarta visita, por la cuarta estrella, jajaja. Ya te veo venir…
-Tapia: Ja ja ja, sí, te iba a decir eso… Siempre has apoyado en todo a nuestra Asociación del Fútbol Argentino. Estoy convencido de que vas a ser el presidente más exitoso del fútbol mundial y la AFA te va a estar acompañando en todos los proyectos, que seguramente serán muchos.
-Infantino:… Y vamos por la cuarta, jajaja.
Después de la ceremonia, Infantino y Tapia recorrieron la sala de conferencias de la Liga Profesional y, posteriormente, se reunieron con los presidentes, vices y secretarios de los clubes, quienes también le entregaron presentes al suizo. Posteriormente, todos juntos partieron a un frugal almuerzo en donde las anécdotas y las risas le dieron un marco de total informalidad al encuentro.
Y el cierre de la jornada fue un picadito de fútbol -propuesto por el propio presidente de la FIFA-, que terminó con la mayoría de los protagonistas exhaustos en el verde césped del estadio Diego Armando Maradona.