Carlo Ancelotti confía en contar en La Cartuja con el centrocampista croata. Luka hizo ayer una parte de la sesión con el grupo. Con el once de gala remontó al Barça y tumbó al Chelsea.
Los planes de Carlo Ancelotti para la final de este sábado pasan por ir a Sevilla con todo. El italiano no sabrá a ciencia cierta hasta el viernes si podrá contar con Modric y Alaba en La Cartuja, pero las previsiones del staff técnico y de los médicos es que contra Osasuna mantienen opciones de poder alinear el once de gala. Menos el croata.
La situación del austriaco es la más sencilla. Su lesión en los isquios en Stamford Bridge (18 de abril) se cifró en dos semanas de baja y no ha recaído. Aunque no pudo volver contra la Real Sociedad para rodarse, sí que estuvo ayer en la sesión en Valdebebas ejercitándose con el resto del grupo. Al no haber sido una lesión grave, a Ancelotti no le preocupan los cuatro partidos que se ha perdido Alaba (Celta, Girona, Almería y el de la Real) y todo apunta a que formará dupla con Militao, que recibió en San Sebastián un toque público de su entrenador pero cuyo despliegue físico permite hacer ayudas constantes a su compañero.
Más inquietante es el estado de Modric pese a la mejoría que ha experimentado en los últimos días. En la sesión de ayer en Valdebebas el balcánico se incorporó a parte del entrenamiento con el grupo, aunque tuvo que hacerlo con una carga de trabajo muy ligera. Sus posibilidades de estar disponible en la final de la Copa del Rey son en estos momentos reducidas, pero no está descartado. Mucho pasará por ver si en la sesión de hoy puede incrementar la intensidad. Y sobre todo, cómo se ve. El propio Ancelotti ofreció en las entrañas del Reale Arena más información al respecto: “Sus sensaciones están siendo buenas”.
Pese a eso, no se le forzará porque en el panorama está el partido contra el City de Guardiola y Haaland justo tres días más tarde en el Bernabéu, el otro gran foco de atención en lo que queda de temporada blanca. Si Modric no llegase, su puesto se lo disputarían Tchouameni y Ceballos.
El tridente, a tope. La presencia -de confirmarse- de Modric y Alaba permitiría a Carletto contar con el once de gala con Kroos ejerciendo como cinco y el balcánico y Fede Valverde por delante conformando la medular. Arriba, Osasuna tendrá que sufrir al tridente de moda: Vinicius, Benzema y Rodrygo.
Precisamente la presencia del delantero francés parece garantizada después de descansar del viaje a San Sebastián. Ayer se ejercitó con completa normalidad y llegará a La Cartuja más afilado que una cuchilla: sus cuatro goles en los últimos cuatro partidos de la Champions y el hat-trick al Almería en su último partido liguero sobrevuelan sobre la zaga de Arrasate.
Aún con eso, Osasuna es un rival que le suele resultar incómodo a Benzema. Solamente ha logrado hacerles cinco dianas en 18 partidos. Su último gol al equipo rojillo fue hace nueve años, en enero de 2014, precisamente en la ida de octavos de final de la Copa del Rey.
Para el lateral izquierdo Ancelotti sabe a ciencia cierta que no podrá disponer en la final con Ferland Mendy. Tenía muy complicado estar listo de su lesión muscular y no ha podido tampoco acortar plazos. Una situación que dibuja la posición de tres con el rostro de Camavinga.
Un once de gala que ha sido arrollador
Si Ancelotti lograse recuperar a esos futbolistas de los que está pendiente, el once de gala le ofrece garantías absolutas este curso. Sólo alineó a Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga, Kroos, Modric, Valverde, Vinicius, Benzema y Rodrygo en tres partidos, pero qué tres partidos.
Con ellos logró remontar al Barcelona en las semifinales con el histórico 0-4 en el Camp Nou y dinamitó al Chelsea, tanto en la ida (2-0) como en la vuelta en Londres (0-2). Un balance de ocho goles a favor y ninguno en contra. Ancelotti ha descubierto el once que mejor le funciona y sólo depende, para poder alinearlo, de que los Alaba y en mayor medida Modric logren sumarse al tren blanco en marcha.
AS