De pronto surgió la tragedia en la Villa Olímpica de Vélez Sarsfield, había finalizado el primer tiempo del partido ante Racing Club y en el vestuario mientras los futbolistas reponían energías, se enteraron del fallecimiento de Hernán Manrique, ayudante técnico de Marcelo Bravo.
El técnico alternó se descompensó antes de comenzar el partido y fue trasladado a un sanatorio. En el trayecto sufrió un ataque cardíaco y murió.
Por supuesto, el partido se suspendió al llegar la noticia y el segundo tiempo no comenzó. Los gestos de dolor e incredulidad invadieron a toda la Villa Olímpica fortinera. Palito Manrique tenía 49 años.
Como futbolista se había desempeñado como volante en All Boys, Belgrano, Unión, Nueva Chicago, Huracán, Chacarita Juniors y Atlético Tucumán.
Junto a Marcelo Bravo, quien tuvo que finalizar su carrera de jugador por un problema cardíaco, conformaba una exitosa dupla técnica en la Reserva de Vélez (puntera del actual certamen) y habían dirigido interinamente a la Primera tras la salida del Cacique Medina (2-1 a Talleres, en Córdoba).
En horas de la tarde, desde la AFA se aceptó el pedido de Vélez Sarsfield de postergar el partido de Primera, ante Racing Club, que debía jugarse a la noche en Avellaneda.