Primer acto de un Euroderbi legendario entre Milan e Inter: los nerazzurri llegan en mejor momento, pero los rossoneri se hicieron respetar en esta Champions.
Lo que ocurrirá entre esta noche y el martes en San Siro estará en las discusiones de los bares de Milán durante los próximos 20 años. O más. Porque si un derbi della Madonnina es especial, un EuroDerbi es único. Los rossoneri siguen tomándoles el pelo a los nerazzurri por cómo terminó el de 2003 y, aunque hoy todos lo nieguen, ambas hinchadas esperaban un favor de Benfica o Nápoles para evitar el riesgo de un mal trago legendario. No pudo ser y, como dijo Simone Inzaghi, no les toca un derbi, sino “el derbi”. El que gane un encuentro que certifica el renacimiento del Calcio en las competiciones europeas (entre Europa League y Conference League todavía hay tres equipos más), conseguirá mucho más que una final de Champions .
Aunque lo que se hizo hasta ahora valdrá poco, el momento de la temporada muestra un claro favorito: el Inter. El equipo de Inzaghi, hasta ahora perfecto en las Copas, olvidó también los altibajos ligueros y suma cinco victorias seguidas, con 15 goles a favor y solo uno en contra. En los nerazzurri todo parece funcionar perfectamente y también Lukaku está volviendo a ser el de hace dos años (aunque Dzeko es el favorito para salir de inicio). El Milan tiene algún problema más, y uno muy gordo: la duda sobre Leão. Pioli prometió que decidirá hoy si el portugués podrá jugar o no tras la elongación en el aductor del muslo derecho sufrida con la Lazio. Quiere evitar riesgos, pero las aceleraciones del portugués fueron decisivas para eliminar al Nápoles y sus rápidas transiciones junto con Theo y armadas por Brahim saben ser imparables. Con o sin él, será un partidazo: un palmarés total de diez Champions, un estadio icónico, dos tifos cara a cara y una ciudad que vuelve a sentirse el centro de Europa. San Siro ha vuelto.
AS