El Betis quiere aspirar a la cuarta plaza y la Real Sociedad pretende atarla. Canales desafía a Silva en la sala de genios y Heliópolis exige más. Juanmi se lo pierde, vuelve Le Normand.
La Feria de Sevilla comenzó con cierto sabor amargo para el Betis y la Real Sociedad aparece para tratar de tener su sitio en la festividad hispalense (sigue el partido en directo en AS.com). Seis puntos separan a los de Alguacil de los de Pellegrini. Un aspirante y un candidato. Una batalla que busca atrevimientos y exige riesgos mientras la música suena de fondo. Es un baile de Champions. Los verdiblancos lo encaran sin margen de error y los realistas sin demasiado que perder. Villarreal y Athletic miran de reojocon Europa dirimiendo quiénes serán sus invitados.
En ese escenario decisivo por las alturas aparecen nombres que centran muchos focos. Hay un rincón de magia en el Villamarín. Canales quiere levantar la mano y dejar en el olvido todo lo que rodea a su duelo con Mateu Lahoz. Sigue con la cautelar y es Pellegrini el que decide si está listo para liderar o no. Enfrente estará Silva. Otro genio que despliega alas de creatividad y dignifica el poder del talento. Ambos estarán rodeados de piezas de enorme valor capaces de marcar también las diferencias. Pero el cántabro y el canario flotan cuando todo está en ebullición.
El Betis llega tocado. Duele su caída ante Osasunay duele que quizás su proyecto persiga demasiadas sombras. No tiene el brillo del pasado, pero el equipo de Pellegrini demostró ser competitivo. Sin Fekir, sigue a la caza de una pieza capaz de inventar y golpear. Rodri quiere volver al once y Ayoze pretende insistir en que su rol ya es indiscutible. ¿Dónde están los goles de Borja Iglesias? En Heliópolis echan de menos su pegada y añoran al mejor Juanmi, de nuevo ausente. Tal vez Pellegrini dé un giro a su plan. Atrás, Ruibal y Pezzella tienen papeletas para regresar en este enésima batalla por confirmar si existe una candidatura imposible o la cabeza de los verdiblancos debe centrarse ya en proteger el territorio europeo.
La Real tomó aire ante el Rayo y vislumbra la opción de apartar prácticamente a un oponente de su lucha por las alturas. Tiene de vuelta a Le Normand y quiere aprovechar ese clima de mayor necesidad del Betis para manejar los tiempos y, de paso, los miedos. Quiere el balón, pero brilla más en los espacios, esos que quizás el equipo de Pellegrini entregó en demasía durante sus últimos compromisos. Brais Méndez debe regresar al once realista y Kubo podría a acompañar al espigado Sorloth en punta. Parece una final por las alturas aunque nadie lo quiera admitir. El Villamarín lo sabe y no faltará en su afán por convertir Heliópolis en un ambiente de gala. La Champions, sea sueño o no, bien lo merece.