San Lorenzo le ganó a Platense 1-0, en el Nuevo Gasómetro, por la decimotercera fecha del campeonato de la Liga Profesional, con un agónico gol anotado por el defensor colombiano Rafael Pérez en el minuto 93 y se mantiene como único escolta del puntero River Plate.
Las virtudes de este San Lorenzo son su firmeza, su convicción y su paciencia. Gran mérito de Rubén Darío Insúa, un símbolo del Ciclón, que consiguió transmitir e imponer a sus dirigidos su filosofía. Y ese juego y estilo se despliega partido a partido.
Producto de no desesperarse y ser paciente, tuvo su premio en tiempo de descuento con una jugada planificada. Pase largo de Jalil Elías para que Federico Gattoni lo baje de cabeza en el área y cediese para el remate goleador de Rafael Pérez. No hubo tiempo para más, fue la última jugada del partido.
Platense no fue menos que San Lorenzo en juego. Es más, durante varios pasajes manejó más la pelota, pobló el área rival soltando laterales y volantes. Pero careció de situaciones claras de gol. Recién, cerca del final del partido, dispuso de un remate de afuera de Nicolás Castro que salió cerca del travesaño.
San Lorenzo mantuvo el orden, desequilibró por los costados con Maicon Braida y el Perrito Nahuel Barrios. Aunque igual que su rival, tampoco tuvo presencia y peso en el área. La dinámica de ambos no tenía continuidad en los metros finales y así tanto Facundo Altamirano -reemplazó a Augusto Batalla, víctima de una gastroenteritis- y Ramiro Macagno pasaron una mañana demasiado tranquila y con casi nula actividad.
Los tres cambios del entretiempo -adentro Iván Leguizamón, Gonzalo Luján y Franciso Perruzzi, afuera Nicolás Blandi, Agustín Giay y Carlos Sánchez- le dieron, de entrada, mayor movilidad a San Lorenzo. En esos instantes iniciales del segundo tiempo, dos cabezazos de Andrés Vombergar salieron cerca.
Volvió a la rutina de la dinámica en el medio y defensas superando los intentos de los atacantes. Parecía encallado el empate sin goles. Sin embargo, sobre la consumación del partido, llegó ese remate rápido y furioso de Rafael Pérez y el Nuevo Gasómetro, poblado por muchísimos hinchas locales, estalló y desató su fiesta de domingo al mediodía.