San Lorenzo derrotó a Atlético Tucumán 3-1, en el estadio Monumental José Fierro, y sigue prendido en la lucha por el campeonato. El buen partido quedó deslucido por una nueva actuación polémica del árbitro Fernando Espinoza, quien expulsó a tres futbolistas y a un técnico, y volvió a mostrar gestos de prepotencia y desequilibrio.
Un gran movimiento y definición de Iván Leguizamón, a los 7 minutos, puso en ventaja al equipo de Ruben Insúa.
Ese destacado inicio de partido de San Lorenzo volvió a coronar con otro golazo a los 18 minuto. Nahuel Barrios dio una masterclass de talento, gambeta y dominio sobre el lateral izquierdo haciendo estérilos los intentos de los defensores locales por frenarlo, le dio el pase a Leguizamón, que devolvió para el remate goleador del Perrito.
Descontó Atlético Tucumán, a los 25 minutos, con un gol de Nicolás Romero, instantes después de una espectacular tapada de Augusto Batalla que siguió con una serie de rebotes y un tiro de Guillermo Acosta que Romero acomodó para superar al arquero.
Se acababa el primer tiempo y Espinoza, que había expulsado al minuto de juego al técnico local Lucas Pusineri, entró en escena. No advirtió el planchazo de Ignacio Maestro Puch a Andrés Vombergar, y el VAR se lo hizo notar. Ahí el referí expulsó al futbolista de Atlético Tucumán.
Guillermo Acosta le reclamó y Espinoza le mostró la tarjeta roja y lo provocó desatando un cruce de insultos. Los hinchas locales empezaron a tirar proyectiles (el médico de San Lorenzo recibió un piedrazo), en reproche a la actitud provocadora del árbitro. Y Espinoza continuó sus discusiones, esta vez con la policía.
A los 7 minutos del segundo tiempo fue expulsado Gastón Hernández, de San Lorenzo, por un infracción a Renzo Tesuri. Cinco minutos después llegó el tercer golazo visitante, nuevamente con la firma de Iván Leguizamón cerrando una excelente maniobra por el sector izquierdo.
Finalizado el partido, el presidente de Atlético Tucumán Mario Leito realizó una dura acusación: “Espinoza es un tipo que está desequilibrado, genera violencia y provoca a los jugadores. Esa actitud de desequilibrio que tiene, genera violencia y AFA tiene que entender que este árbitro no puede dirigir más en el fútbol argentino”.