El Real Valladolid daba malas sensaciones tras el parón de Mundial, no competía en los partidos a domicilio y el patético encuentro ante el Madrid fue definitivo para la decisión final.
José Rojo ‘Pacheta’ ya no es el entrenador del Real Valladolid. Dejó de serlo tras la bochornosa derrota del Bernabéu. La gota que colmó el vaso fue el 6-0 ante el Real Madrid, aunque el recipiente se venía llenando en los últimos meses. El rendimiento blanquivioleta tras el parón por el Mundial ha sido deplorable y sólo las apariciones de Machis y los goles de Cyle Larin consiguieron mantener fuera del descenso a los pucelanos, que suman 28 puntos, pero que están en barrena.
La dirección deportiva del Real Valladolid venía trabajando, como es lógico, desde hace semanas en conocer entrenadores y analizar el mercado. No querían que una posible destitución del técnico de Salas o una salida por ofertas, caso Unai Emery, les sorprendiera. La mala actuación en Vigo (3-0) y el empate en el Martínez Valero (1-1) encendieron las alarmas, algunos entrenamientos llamaban la atención y la derrota ante el Athletic llevó la preocupación al entorno y al club. El partido del Bernabéu era como una visita al dentista, pero jamás imaginaron los aficionados y los dirigentes pucelanos lo que iban a presenciar sobre el césped. Ronaldo, en el palco, junto a Florentino, se revolvía, lo pasó realmente mal ante millones de espectadores en todo el mundo. La dirección deportiva y el resto de dirigentes no daban crédito. Los futbolistas sufrían en el campo y Pacheta se veía impotente.
Tras el partido, las caras de los dirigentes blanquivioletas eran un poema tras la humillante derrota. Empezaba una tarde-noche demasiado larga. Fran Sánchez y su equipo tenían clara la necesidad de dar un volantazo. La comisión deportiva formada por el presidente, Ronaldo Nazário, el director del Área de Estrategia Deportiva, Paulo André, y el propio director deportivo se reunieron de urgencia. Los tres coincidían en el diagnóstico y el tratamiento. También otros directivos del club. Variaban los brasileños, de esta manera, su política después de haber aguantado a Sergio González hace dos temporadas hasta que se consumó el descenso . Pese a las palabras del portavoz del club, David Espinar, en las que afirmaba hace unos días que el club no se planteaba la destitución, incluso afirmando en otra comparecencia que acabaría la temporada, lo cierto es que Ronaldo y su equipo decidían cambiar el paso para meter aire fresco en un vestuario demasiado acomodado. La noche fue larga.
Pacheta, que siempre ha demostrado tener una gran sintonía con Ronaldo, al punto de agradecer públicamente el apoyo que el carioca le dio en los malos momentos de la temporada pasada, dirigió el entrenamiento del lunes. La sesión después de los partidos suele ser suave para los titulares y más intensa para el resto, pero apenas se habló del duelo del Mallorca. Ajeno a lo que sucedía en las oficinas, el burgalés trataba de levantar el ánimo a sus futbolistas, pero la decisión estaba tomada. Acabada la sesión, el club le comunicó el despido que dicen aceptó con elegancia pese a no esperarlo. Quedaban pocos jugadores en el estadio y varios se enteraron de la destitución al llegar a sus casas.
Hoy Pacheta se despedirá de la afición blanquivioleta, ayer apareció una pancarta de agradecimiento en los aledaños al estadio, mientras se cierra el fichaje de su sustituto que, muy probablemente, será Paulo Pezzolano, entrenador uruguayo que salió del Cruzeiro, del otro club de Ronaldo, hace 15 días. La buena relación del técnico con Ronaldo y André, que ejerce en el Real Valladolid y en el club brasileño, facilita su llegada que es aprobada, también, por el director deportivo pucelano, que llevaba tiempo siguiendo su trayectoria. La suerte del uruguayo será, probablemente, la del Real Valladolid.