“Simplemente quería informarles para ser claros como Institución, que decidimos de común acuerdo interrumpir el contrato de Alexander Medina cómo técnico de Vélez”, anunciaba Christian Bassedas, director deportivo del Fortín, instantes después de la derrota ante Boca Juniors en el José Amalfitani.
Era cuestión de tiempo, se veía venir y estaba anunciado desde hace varias semanas; se olía en la atmósfera y se respaldaba en el sentido común. Y la última bala que quedaba en el cargador salió disparada, sin puntería, anoche.
Los malos resultados -una constante en el fútbol- y sobre todo un funcionamiento del equipo que no funcionaba (y que precisamente se correspondió en esos malos resultados) empujaron al punto final del ciclo de Alexander Medina como técnico de Vélez Sarsfield.
El hincha de Vélez estaba cada vez más en desacuerdo con el armado del plantel, con el estilo de juego, con un esquema que no encajaba con los jugadores elegidos, con no sentirse representado con el equipo, con las formaciones. Y sobre con haber perdido identidad de juego y ya no ser respetado por los rivales.
Los números del Cacique durante su estadía en Liniers son negativos: 16 derrotas en los 40 partidos que estuvo en el cargo. 13 empates y 11 triunfos , con 42 goles a favor y 48 en contra, completan sus estadísticas.
Una gran alegría, quizás la única, de su ciclo se dio en la Copa Libertadores del año pasado: la heroica eliminación a River Plate, prolongada por las siguientes victorias ante Talleres. Tanto alcanzó esa onda expansiva que motivó una caravana de fortineros a Rio de Janeiro, a pesar que el resultado de ida (0-4) ante Flamengo tornaban una misión imposible clasificar hasta la final.
En cambio, a nivel doméstico todo fue desilusión y cachetazo tras cachetazo: una de las peores campañas de toda la historia de Vélez y el puesto 26 en una tabla de posiciones de 28 equipos. Y en Copa Argentina, una decepcionante eliminación ante Independiente.
En realidad el ciclo de Medina debió haber finalizado en diciembre. Desde la Secretaría Técnica, encabezada por Christian Bassedas, un prócer de Vélez aunque en los últimos tiempos cometió varios errores, y la cuestionada dirigencia del club -que también viene acumulando muchas decisiones desacertadas- se decidió bancarlo. Más allá que su estilo futbolístico no permitía ilusionarse y al desgaste en la relación con algunos miembros de su cuerpo técnico y algunos futbolistas.
Una extensa pretemporada no alcanzó para encauzar errores tácticos, tampoco para definir una formación estable o para acomodar esquemas, ideas y jugadores. Y arrancó el campeonato, con la sensación palpable de un estallido anunciado. Que llegó en la quinta fecha.
¿Quién será el nuevo técnico de Vélez? El apuntado es el deseado por todo el mundo fortinero y un hombre capacitado para el necesario cambio de mentalidad y para apagar el incendio: Ricardo Gareca. El Tigre tiene muy avanzada su negociación para convertirse en el sucesor de Gustavo Alfaro en la Selección de Ecuador, pero quizás priorice su corazón y retorne al club de sus amores.