Uno de los más grandes futbolistas de toda la historia, el brasileño Edson Arantes do Nascimento, más conocido por su apódo, Pelé falleció hoy, a los 82 años y tras una larga enfermedad, cáncer de colón e infección pulmonar, que lo afectó en los últimos tiempos. Estaba internado desde hace varios meses.
O Rei Pelé fue considerado el mejor jugador de todos los tiempos, hasta que Diego Armando Maradona le discutió el cetro en la década del 80. Surgido de Santos, el número 10 brasileño elevó a ese modesto club del interior paulista a los sitios más altos del planeta futbolístico.
Justamente Santos había resuelto hace unas horas, y ante el inminente desenlace, agregarle una corona, en homenaje a Pelé, a su escudo oficial. El talentoso número 10 nacido el 23 de octubre de 1940 en Tres Corazones (estado de Minas Gerais) se convirtió el máximo ídolo y emblema de Santos. Con esa camiseta levantó dos Copas Libertadores y dos Copas Intercontinentales.
Pelé también descolló en la Selección de Brasil y cosechó tres Mundiales: Suecia 1958 -con 17 años y 6 goles anotados- Chile 1962 y México 1970. En canchas chilenas tuvo escasa participación por la violencia con que lo trataron, y lesionaron, los rivales y en los estadios mexicanos integró uno de los más brillantes equipos de la historia de las Copas del Mundo.
Las maravillas que realizaba con la pelota, su habilidad y destreza, su capacidad goleadora -757 en partidos oficiales, pero muchos insisten en sumarle los anotados en amistosos para elevar la cifra a 1283 tantos-, su dureza para devolver golpes y su juego exquisito quedaron grabados en los ojos de quienes lo vieron jugar.
La última etapa de su carrera de futbolista la cumplió en el Cosmos de Nueva York, siendo la cara visible del intento de imponer el soccer en Estados Unidos.
Apenas confirmada la noticia, empezaron a replicarse posteos despidiéndolo.