La coronación de Racing Club, tras ganarle la final a Boca Juniors, en el Trofeo de Campeones desató, por un lado, el festejo y la alegría de La Academia, pero también los reclamos y los cuestionamientos de muchos seguidores del fútbol -hinchas de otros equipos y parte del periodismo deportivo- sobre la legitimidad del título.
“Este año Racing no salió campeón, y Boca sumó dos estrellas”, es un argumento que se viene repitiendo. Lo cierto es que el reglamento -más allá que muchas veces lo escrito y firmado, en la Argentina y en todos los ámbitos no sólo en el futbolístico, es pisoteado- dice claro que en caso de repetirse el campeón del Campeonato y la Copa, el o los subcampeones jugarán la final.
Racing, segundo en el campeonato, consiguió ese lugar, ganándole a Tigre, subcampeón de la Copa de la Liga. Que hubo una expulsión (de Abel Luciatti, del equipo de Victoria) que benefició a Racing, es una realidad. Igual que el mérito del equipo de Fernando Gago para terminar ganando ese partido.
“Un sólo partido no puede dar un título”, es otra frase argumentada. A ese único partido, disputado en el estadio de Villa Mercedes, San Luis, Racing llegó consecuencia de 27 cotejos (14 triunfos, 8 empates, 5 derrotas, 41 goles a favor y 24 en contra), aventajando a otros veintiséis equipos, en el campeonato con el agregado del desempate con Tigre.
Ya existía un antecedente similar en nuestro país: la Supercopa Argentina 2015, jugada en febrero de 2016. Esta final disputada entre el campeón del campeonato y el campeón de la Copa Argentina tuvo un escenario idéntico al actual: Boca Juniors conquistó ambos títulos esa temporada. San Lorenzo, subcampeón del campeonato, se convirtió en el rival de Boca, en el partido jugado en el estadio Mario Kempes de Córdoba. Y se quedó con el trofeo, consumado con un rotundo 4-0.
“En otros países esto sería imposible”, es otra de las quejas. Error. La Champions League -Liga de Campeones-, el máximo certamen internacional a nivel clubes nació como una competencia exclusiva para los campeones de cada nación europea. Pero luego se abrió el cupo y participan también subcampeones, y hasta terceros y cuartos de algunos países.
Sin ir más lejos, la última edición la ganó Real Madrid, superando en la final a Liverpool 1-0. Real Madrid no era campeón de La Liga de España, sino subcampeón (detrás de Atlético de Madrid) y Liverpool había clasificado a esa Champions por su tercer puesto (detrás del campeón Manchester City y del subcampeón Manchester United) en la Premier League.
Dudar de la legitimidad de este nuevo título de Racing no tiene sentido. Es una estrella tan válida como las dos que sumó Boca en este 2022. Y como la que conquistó Patronato.