La decisión más difícil de Xavi

El técnico tiene previsto sentar al capitán Busquets este jueves ante el Villarreal, consciente de que su rendimiento ha bajado alarmantemente en los últimos partidos

Sergio Busquets descansará el próximo jueves ante el Villarreal. Xavi ha decidido que el capitán se tome un respiro tras haberlo jugado prácticamente todo tras el parón de selecciones. Además, su partido en el Clásico, dejó un poso de honda preocupación entre los técnicos: en ningún momento fue capaz de coger las riendas del equipo, se vio desbordado por la intensidad en el mediocampo del Real Madrid y fue el gran señalado en el primer gol de los blancos, al no poder detener, ni haciendo falta, al alemán Kroos.

Con todos estos argumentos sobre la mesa, Sergio Busquets tiene todos los números de ser ‘carne’ de banquillo. Su posición la ocupará, con toda seguridad, Frenkie de Jong, que tampoco es que completara un buen partido en el Bernabéu, pero sí mejoró en prestaciones cuando cogió el relevo de Sergio en el campo.

Ahora la duda que se cierne es si este descanso será puntual o si Sergio Busquets será un asiduo del banquillo. Xavi Hernández no ha escondido hasta ahora su predilección por el capitán, al que ha colocado siempre en su dibujo, como clara referencia en el mediocampo. De hecho, es el único de los cuatro capitanes que ha contado con una confianza plena por parte del técnico. Sin embargo, el rendimiento de sus últimos partidos ha resultado tan decepcionante y errático, que se está abriendo un debate en el club y en el entorno sobre su rol en el equipo.

Y es que a largo plazo parece evidente que Busquets no renovará. El de Badia ya era muy reticente, pero viendo su bajo rendimiento, está claro que pondrá rumbo a las Américas, donde desde el primer día ha confesado que quiere colgar las botas. A corto plazo, también está claro que se tomará un respiro, pero la situación se difumina a medio plazo. Aquí será Xavi quien tenga que tomar una decisión sobre Busquets, si le sigue dando un rol preponderante en el equipo o lo relega en un segundo plano, como ya hizo con Jordi Alba y sobre todo con Gerard Piqué.

De hecho, el central catalán no jugó ni un minuto en el último Clásico, por lo que su continuidad también ofrece serias dudas. Con contrato hasta la 2023/24, todo apunta que recortará en un año su despedida, consciente que ha empezado su declive.

Alba también se encuentra en la misma situación que Piqué. En su caso, los técnicos le han puesto dos jugadores más (Marcos Alonso y Alejandro Balde) en el carril izquierdo para disuadirle sobre su continuidad. En principio, el club intentará llegar a un acuerdo este verano para poner finiquitar su contrato. Sergi Roberto tampoco seguirá, pero su caso, como el de Sergio Busquets, ofrece cero dudas. El club no le renovará y punto.

Así pues, el próximo verano se pondrá punto y final a la segunda fase de reestructuración, poniendo ya la casi totalidad de los contratos en las escalas salariales pertinentes, a excepción de Frenkie de Jong y Ter Stegen, tal como adelantó el propio director de fútbol, Mateu Alemany, en la Asamblea de octubre.

?>