El pleno de triunfos como local de los de Manuel Pellegrini contrasta con los pobres cuatro de doce puntos sumados en las visitas a domicilio
El Betis sumó un punto en Valladolid que Manuel Pellegrini calificó como “satisfactorio” a tenor de las circunstancias previas al choque y las que se sucedieron durante el mismo. O lo que es igual, que el empate supo más que bien por el cansancio que el equipo acumulaba tras su triunfo en Roma y por la cantidad de minutos que hubo que jugar en inferioridad numérica.
Sin embargo, el resultado de este domingo confirma que el Betis es un anfitrión temible pero un visitante endeble. Los verdiblancos han sumado los doce puntos que se han puesto en liza en el Benito Villamarín, convirtiéndose así en el mejor local de la Liga. Sin embargo, fuera de casa acumula cuatro de doce puntos posibles, estando por encima únicamente como visitantes de Elche, Cádiz, Getafe, Almería, Girona y Celta.
Además, la expulsión de Pezzella, segunda del argentino esta temporada, unida a la de Luiz Felipe en Vigo convierten al Betis en el tercer equipo con más rojas del campeonato, sólo superado por Valencia y Osasuna. Paradójicamente, no han recibido ningún gol en los numerosos minutos que han tenido que disputar en inferioridad.