Río de Janeiro – Vélez volvió a perder con Flamengo, esta vez 2-1 en el Maracaná de Río de Janeiro, y terminó su recorrido en esta edición de la Copa Libertadores. En el mítico estadio carioca, El Fortín mostró una imagen muy distinta a la del partido de ida, en Liniers.
En aquel 0-4 que en definitiva sentenció la serie, Vélez no tuvo la actitud y la decisión para vender cara la derrota. En este encuentro de vuelta, el equipo del Cacique Medina se plantó distinto. En lo táctico, con un 4-3-3 en vez del habitual 4-2-3-1, y también en lo anímico.
Sabiendo que Flamengo lo aventaja ampliamente en jerarquía y calidad, el equipo argentino se le plantó sin complejos y con firmeza. Y hasta se puso en ventaja, a los 20 minutos, con un desborde de Lucas Janson por izquierda y definición de Lucas Pratto por el medio.
Flamengo dejaba en claro su toque, su transición rápida y su talento. Avisó con un remate de De Arrascaeta que Leonardo Burian desvió. Y llegó al empate, a los 39 minutos, con un tremendo cabezazo de Pedro.
Se mantuvo el ritmo y la intensidad en el segundo tiempo, pero la hazaña estaba demasiado lejos. Ambos conjuntos mantuvieron su postura y Flamengo desniveló con el gol de Marinho, a los 23. Y en tiempo de descuento, un frentazo de Pablo hubiera sido el tercero, pero VAR mediante fue anulado.
Para destacar la fidelidad y acompañamiento de los hinchas de Vélez. Pese a que la chance de pasar a la final era ínfima, por el resultado de ida, 4000 hinchas viajaron a Brasil, haciendo el esfuerzo económico grande, llenaron su sector y alentaron toda la noche. Un notable gesto de amor a camiseta.