El propietario mayoritario de los Suns y las Mercury venderá sus acciones y se marchará. Había sido denunciado por actitudes burdas.
Robert Sarver ha cedido. La presión ejercida por diversos poderes después de la resolución de la investigación que promovió la NBA con él de protagonista, habiendo sido acusado mediante un artículo de ESPN de racismo, misoginia y de ser el epicentro de un mal ambiente laboral, ha terminado con el empresario anunciando que se marchará en cuanto encuentre un comprador para su paquete de acciones en los Suns y las Mercury. Sarver es el propietario de estos dos equipos, uno de la liga masculina y otro de la femenina del baloncesto estadounidense, además de, por ejemplo, el R.C.D. Mallorca de la liga española de fútbol.
En un comunicado lanzado este miércoles Sarver ha hecho público que venderá los equipos: “Como hombre de esperanza, esperaba que la suspensión de un año que me puso el comisionado me hubiese dado tiempo para enfocarme y desquitarme de la controversia que había generado en los equipos que yo y tantos otros amamos. Pero, en el clima actual en el que no se olvida, ha quedado dolorosamente claro que no va a poder ser así. Cualquier cosa buena que haga va a ser sepultada por cosas que he dicho en el pasado. Por esas razones voy a comenzar el proceso de encontrar compradores para los Suns y las Mercury. No quiero ser una distracción para estos dos equipos y la buena gente que tan duro trabaja para llevar la alegría del baloncesto a los aficionados de todo el mundo”.
Como el propio Sarver menciona, Adam Silver había dictaminado un año de suspensión para Robert de su cargo como gobernador de los Suns y, además, de las Mercury en la WNBA. Ésa fue la conclusión a la que llegaron en la NBA después de que finalizara la investigación al empresario en la que participaron varias firmas legales.
La reacción a esa suspensión es lo que ha propagado el incendio que sólo la renuncia total de Sarver va a poder apagar. Chris Paul, jugador de los Suns y anteriormente presidente del sindicato de jugadores, fue uno de los jugadores que se posicionaron en contra. LeBron James fue otro de ellos. Tamika Tremaglio, directora ejecutiva de la NBPA, exigió de igual forma su marcha. Pero la gota que colmó el vaso fue la petición desde dentro de Jahm Najafi, el siguiente en el escalafón de poder en los Suns por el paquete de acciones que posee, para que Sarver vendiera su parte.
Sarver, de 60 años y nacido en la localidad arizoniana de Tucson, compró los Suns en 2004 por 401 millones de dólares. Con él al mando se vivió la exitosa etapa de Nash, Stoudemire y Mike D’Antoni y, más recientemente, el subcampeonato de 2021. Ahora tendrá un año para concretar esta venta antes de que venza la suspensión impuesta.