Max Verstappen, vigente campeón del mundo y líder del actual certamen de Fórmula 1, finalizó primero en el Gran Premio de Bélgica, disputado en el circuito de Spa Francorchamps. Su compañero de Red Bull, Sergio Pérez, salió segundo y Carlos Sainz, con Ferrari, completó el podio,
Para hacer más espectacular esta nueva victoria, la novena de la temporada, el piloto neerlandés largó desde la decimocuarta ubicación, por una penalización reglamentaria, y fue escalando puestos hasta convertirse en el más rápido de todos.
Un cambio de motor originó la pena para Verstappen, haciéndolo retrodecer varios puestos en la largada. En la octava vuelta, el líder del campeonato ya había escalado al tercer sitio, detrás de Pérez y Sainz. Y en la undécima alcanzó el primer lugar, una parada en boxes le permitió a Sainz superarlo, pero Verstappen recuperó el primer sitio, en la vuelta 18, y lo mantendría hasta el final de la carrera.
Al comienzo de la carrera hubo un toque, en la chicana, entre Fernando Alonso (Alpine) y Lewis Hamilton (Mercedes), que dejaron al inglés fuera de competencia y al español perdiendo puestos y tiempo, aunque finalizó la competencia en el quinto lugar. Más allá de la quejas de Alonso, los responsables consideraron la acción de Hamilton como “un incidente de carrera”.
“Fue una primera vuelta bastante agitada para tratar de no meterme en problemas. Sucedían tantas cosas frente a mí. Pero una vez que nos instalamos después del Safety Car, el auto estaba realmente sobre rieles, elegimos los lugares correctos para adelantar a la gente y pudimos cuidar nuestros neumáticos y así es como hicimos nuestro camino a seguir”, declaró Verstappen.
“Después de eso, una vez que estuvimos a la cabeza, se trataba de gestionar todo, pero todo este fin de semana ha sido increíble. Ha sido un fin de semana que no podía imaginar antes, pero creo que queremos más de ellos, así que sigan trabajando duro”, agragó el piloto de Red Bull.