Se acabó Wimbledon, este año, para Rafael Nadal. El tenista español había accedido a la semifinal, donde debía enfrentar al australiano Nick Kyrgios, pero debido a un lesión se retiró del tradicional torneo de Grand Slam.
En su gran victoria ante el estadounidense Taylor Fritz, Nadal sintió fuertes dolores en la zona abdominal y estuvo cerca de abandonar. Inclusive desde su entorno le pidieron que dejase de jugar. Pero su enorme temperamento lo mantuvo en cancha y recién se fue al asegurarse el largo partido: 3-6, 7-5, 3-6, 7-5 y 7-6, en 4 horas y 20 minutos.
Hoy Nadal recibió el diagnóstico médico: rotura de siete milímetros en un músculo abdominal, y enseguida anunció que ante la seriedad de esa lesión no se presentará a la semifinal, programada para mañana, viernes.
“He llegado a la conclusión que aquí me vale ganar, para mi otra cosa no tiene mucho sentido. Es prácticamente imposible ganar dos partidos a este nivel con un abdominal roto. Y en el mejor de los casos, si consiguiera ganar las semifinales, ¿cómo llegaría el domingo? He tomado una decisión que me ha costado un montón”, declaró Nadal.
El serbio Novak Djokovic y el británico Cameron Norrie disputarán la semifinal. Y, ante la deserción obligada de Nadal, Kyrgios tendrá su lugar en la final.