Barcelona se quedó con el primer clásico, aunque amistoso, de la temporada ante Real Madrid, 1-0, en un insólito escenario: el estadio Allegiant de Las Vegas y ante más de 61.000 espectadores. Ambos equipos españoles están realizando sus pretemporadas, acompañadas de partidos amistosos en Estados Unidos.
El desnivel lo marcó el brasileño Raphinha, uno de los refuerzos de Barcelona, con un espectacular remate de afuera del área que entró por un ángulo, a los 27 minutos. Todo empezó por una mala salida de Eder Militao.
El debut de Robert Lewandowski, la rutilante contratación de Barcelona, fue uno de los atractivos del partido. El ex delantero de Bayern Munich tuvo una gran ocasión para ratificar su condición de goleador, pero Thibaut Courtois, con una gran atajada, se lo impidió.
Cuando el partido estaba 0 a 0, Real Madrid tuvo un buena chance: un remate del uruguayo Federico Valverde pegó en el poste. Sin embargo, el Merengue estuvo lejos del nivel que lo llevó a conquistar la Liga de España y la Champions League.
La superioridad de Barcelona fue evidente y entre los aciertos de Courtois y la falta de puntería en algunas ocasiones, el resultado quedó corto.