El Vuelo Continúa

Foto: Rosario Central.

Por la semifinal del campeonato Nacional de 1971, hace hoy 50 años, Rosario Central vencía a Newell’s por 1 a 0 con un cabezazo de Aldo Poy en el estadio de River. Esa victoria le permitió disputar, tres días después, la final con San Lorenzo y obtener su primer título oficial de AFA. La OCAL solicita que sea reconocido como el gol más celebrado del mundo, el cual ya ha recorrido diferentes países del planeta.

Cada 19 de diciembre, desde 1972, se rememora el histórico gol contra Newell’s con el propio Poy que con la misma estirpe de goleador que cuando jugaba en Central, pero con un bigote más pequeño, se presta, gustosamente, a la entrevista para recordar aquel acontecimiento deportivo en el Monumental de Núñez.

-¿Qué recuerdos tiene Aldo Poy de ese día, previo al gol de cabeza o palomita?

-Recuerdo que por una cábala de (Ángel) Labruna que era el técnico, nos llevó al vestuario visitante, porque ellos habían tenido mala suerte y no pudieron ganar varios campeonatos en River. Siempre antes de los partidos descansábamos un rato largo en la habitación. Nos dijo que vayamos a la sala de juego, que estemos tranquilos. Eso nos dio seguridad, nos distendimos bastante y encaramos el partido con mucha confianza. Porque creíamos mucho en el equipo que teníamos. Fue una tarde muy tranquila porque Labruna era una persona inteligente que manejaba bien el grupo.

-Hasta la famosa conquista, ¿cómo era el trámite del partido?

-Te lo digo sinceramente, creo que el primer tiempo fue muy favorable a Central y en el segundo tiempo hasta los 20 minutos. Después nos dominó Newell’s, que tuvo un par de opciones de gol, hubo dos atajadas muy importantes de (Norberto) Menutti, un cabezazo de (Juan) Montes y otra de (Héctor) Martínez que le rebotó en las piernas. Pero Central lo pudo haber ganado por mayor diferencia, porque hubo un penal que no cobraron de (Víctor) Jara.

-Ahora llegó el turno de contar la jugada del histórico gol

-La jugada nació con un centro de (Ramón) Bóveda de la izquierda a favor nuestro que contuvo el arquero de Newell’s. Después sacó largo, la paró (Aurelio) Pascuttini, se la dio al negro (Carlos) Colman en la mitad de cancha, jugó para (Carlos) Aimar que estaba por la izquierda en el centro del campo. Y abrió para la proyección del negro (Jorge) González, quien llegando a la altura del área grande, sacó un centro muy fuerte. Yo que venía corriendo desde la mitad de la cancha, me di cuenta que no llegaba, me tiré y lo hice en el momento exacto, por eso el cabezazo salió muy fuerte. Fue prácticamente inatajable, al costado y abajo a la derecha, muy hermoso. En ese momento sentí una alegría enorme.

-¿La alegría era por eliminar al clásico rival en una semifinal, o tomarse revancha de la final perdida el año anterior con Boca en el mismo escenario?

-Por las dos cosas, siempre el clásico es importante y nos daba la posibilidad de tomarnos la revancha de lo ocurrido el año anterior. Con la ventaja de jugar la final en Rosario. Me parece que cualquiera de los dos equipos que hubiera ganado, salía campeón frente a San Lorenzo. Y por suerte lo logramos nosotros.

-¿Pensaste que ibas a celebrar los 50 años del gol de Palomita?

-Jamás, jamás en mi vida, te digo más, ni pensé en festejar el primero. Pero esto fue el trabajo de la OCAL, del “Colorado” Vázquez, del doctor Ferrari y del Gran Lama que supieron darle a esto un volumen que después se empezó a hacer todos los años y me comenzaron a invitar de todos lados.

-¿Cómo se gestó la idea de rememorarse la jugada de la palomita todos los años?

-Empezó el primer año, hicimos una reunión en el viejo Polo Norte, que estaba enfrente a la cancha, donde ahora hay un negocio de lanchas. Era un bar reconocido, lo festejamos al gol con los dirigentes, Labruna y todos los jugadores, fue muy lindo.

-Luego se fue haciendo cada vez más grande el festejo

-Sí, se fue haciendo cada vez más grande, hasta llegar a juntar casi 2000 personas en una cena, que creo que esa fue, para mí, la que más me emocionó. La hicimos en la zona sur, la entrada siempre es una camiseta con algo que represente a la Palomita. Ese año fue el tema de la careta con la premisa ‘Hoy soy Poy’.

-Fue en el club Río Negro, en la edición número 26.

-Claro, fue emocionante, porque vinieron compañeros de Buenos Aires y cuando subí al escenario y observé a toda esa gente con la careta con mí cara, era algo que no podía creer. La imaginación de la OCAL es brillante, porque de lo contrario, no hubiera durado todo este tiempo.

-Después se proyectó a nivel internacional. En 1997 a Cuba, dónde el centro te lo cedió el hijo del “Che” Guevara. También en España, Chile, Estados Unidos y Uruguay, entre otros lugares.

-Sí, Ernesto, el hijo del Guevara, fue una experiencia maravillosa. Porque llevamos camisetas de Central, útiles escolares, a mí me encantó haber ido. Como en Chile, Miami, Barcelona. Yo no me ocupo de la organización, me preguntan y les digo, todo pasa por la OCAL.

-Hasta cuándo Poy podrá seguir repitiendo su histórico y recordado gol? (Cuenta con 76 años, nació el 14 de septiembre de 1945 en Rosario)

-Hasta ahora estoy fenómeno, el año que me tire de cabeza y me quiebre, no la hago más. El negro (Roberto) Fontanarrosa me dijo un día: ‘por suerte no la hiciste de chilena’. Y hubiera sido complicado rememorarlo todos los años. (muchas risas…).

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