No lo esperaba. Sin dudas no estaba en sus planes marcharse del club que lo cobijó desde que llegó a España para crecer físicamente, primero, y futbolísticamente, después. Lionel Messi lloró como un chico. Se quebró enfrente de sus hijos, de Antonella, su mujer, y de varios de sus ahora ex compañeros en Barcelona. Acabó así, sorpresivamente para muchos, pero principalmente para él, su exitosa estadía en el club blaugrana.
“Es el momento más difícil de mi carrera deportiva. Cuando me lo dijeron me bloqueé. Ha sido una jarra de agua fría. He tenido momentos duros y difíciles, pero este… Siento mucha tristeza, no me lo esperaba. Siempre fui de frente. Siento tristeza. Aún estoy asimilándolo. Hice todo lo que pude por seguir. Me bajé la ficha a la mitad. Yo quería quedarme”, aseguró en conferencia de prensa.
Parado delante de todos, como tantas otras veces, pero ahora por un motivo inédito, Messi admitió que durante el conflicto iniciado con el famoso burofax, en 2020, estaba convencido de la decisión de marcharse. Pero en esta ocasión era distinto. “El año pasado lo tenía decidido, pero éste no. Y nadie me pidió nada más. No se pudo hacer. Estaba todo arreglado, pero por el tema de La Liga no se hizo. El club tiene una deuda muy grande y no quiere endeudarse más. Escuché muchas cosas que no son verdad. Yo quería continuar. Estaba todo acordado”, explicó.
Messi también habló sobre su futuro y las versiones que lo depositan en el París Saint Germain que dirige Mauricio Pochettino, y que tiene a figuras como Neymar, Mbappé y Di María entre sus filas.
“Es una posibilidad. Cuando todo se supo, recibí muchas llamadas. La gente me conoce. Quiero seguir compitiendo. Mis últimos años lo quiero acabar así. Es mi mentalidad. querer ganar, la gente me conoce de sobra para cuestionarme que quiera irme a un club para competir. Debo seguir mi camino. Tengo que pensar en mi carrera”, manifestó.
Messi deja atrás dos décadas de idilio con Barcelona. Período en el que rompió casi todos los récords y en el que logró 35 títulos. Se viene una nueva era en el club culé, en el fútbol español y en las competencias europeas. Y claro, también un nuevo camino en la vida del crack rosarino.