José Pepe Romero, enorme referente de All Boys y quizás el personaje más querido y admirado en el mundo Albo, cerró ayer un nuevo ciclo como técnico del equipo de Floresta. Se despidió con una goleada, 3-0, sobre Guillermo Brown, pero lo más emotivo ocurrió luego en la calle.
Muchos hinchas de All Boys se acercaron a la puerta del vestuario y apenas asomó Romero, lo levantaron en andas y le brindaron una afectuosa despedida, con cantos, abrazos y muestra de afecto. Y los hinchas manifestaron su repudio a la Comisión Directiva, que decidió la salida del entrenador.
“Me voy un poco dolido, uno siempre se va mal por todos estos aspectos. No hubo renuncia ni despido, pero hubo cosas que pasaron en el medio. No quiero que mi salida sea un conflicto, cada uno sabrá lo que hizo”, declaró Romero, en conferencia de prensa.
Agregó que “algún día se va a conocer toda la historia, siempre trato de decir las cosas en la cara y no a través de los micrófonos. Toda mi vida intenté manejarme de esa manera. Sé lo que pasó, mucha gente lo sabe y en algún momento todos se van a enterar cómo se dieron las cosas, no pretendo hacer un conflicto sobre mi salida”.
Sobre su relación con el presidente Nicolás Cambiasso, Romero señaló que “siempre le fui fiel. Sé de la austeridad con la que manejó el club en este último tiempo, me voy en paz y tranquilo con mi conciencia. Sé que es una persona referente y lo aprecio mucho, nos terminamos de despedir en el vestuario”.
En las cercanías del club aparecieron pintadas contra los directivos por la decisión de prescindir del emblemático entrenador.