Se acabaron los Juegos Olímpicos para Paula Pareto, la judoca argentina que le pone el punto final a su brillante trayectoria. No pudo ser con otra medalla, como hubiese merecido: su derrota ante la portuguesa Catarina Costa 1 a 0, en el repechaje, marcó su despedida de Tokio.
“No me veía compitiendo en estos Juegos Olímpicos, pero fui fiel a mis principios de dar todo, hasta la última gota y no dejar nada”, declaró, con lágrimas en los ojos, Pareto a TyC Sports.
“Di lo que pude pero bueno, es deporte. La tristeza también es parte de tantas alegrías. Obviamente como a cualquier deportista no me gusta perder, pero ya lo analizaré un poco más en frío y veré que no es tan malo un diploma olímpico. Tampoco es algo para despreciar. Objetivamente estoy bien, pero con el sentimiento a flor de piel y la lágrima que va a salir”, reflexionó La Peque.
La lesión sufrida en un codo, en la pelea de cuartos de final, influyó en la caída ante Costa. Pareto había arrancado su participación estos Juegos con dos victorias.
La jornada de ayer había arrancado para la judoca con una gran emoción y reconocimiento al ser elegida como presentante de América para portar la bandera olímpica.
Pareto había conquistado la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 y la de bronce en Pekin 2008.
Un diploma olímpico se lleva Pareto, de 36 años y médica, de sus últimos Juegos Olímpicos. Y la enorme admiración y respeto de todos.