Al técnico de Rosario Central, Cristian Kily González, lo invadieron diferentes sensaciones a raíz del resultado conseguido el jueves por la noche ante Deportivo Táchira en Venezuela, por los octavos de final de la Copa Sudamericana. Es que al Canalla se le escapó el triunfo en la última jugada, aunque quedó bien posicionado para la revancha, al haber igualado 2 a 2 de visitante.
“Fue un partido de ida y vuelta, ellos nos lastimaban en ataque y también nosotros les creamos muchas situaciones, para el telespectador fue un partido entretenido. Nos vamos un poco tristes por la última jugada, pero orgullosos por haber obtenido este resultado ante un rival que venía de ganar todos los partidos en su estadio, es muy meritorio lo que hicimos. Ahora a tratar de cerrar la serie en nuestra cancha. El equipo estuvo a la altura”, remarcó.
Después fue muy sincero al reconocer los problemas que tuvieron en defensa: “La verdad es que sufrimos el partido en el tema de la pelota parada, especialmente con los centros de los costados porque llegaban con mucha gente en ataque, creo que ahí estuvo la clave del partido. Nosotros tuvimos distracciones en la marca y en esta clase de encuentros te terminan facturando, quedamos en inferioridad numérica dentro del área y de esa manera llegaron los goles de ellos”, indicó.
Finalmente, respaldó a sus dirigidos: “Resalto la actitud de mis jugadores de ir a buscarlo, de jugar de igual a igual. Debemos tener presente que era nuestro primer partido oficial. Me siento orgullo del grupo, del hambre que tienen por hacer las cosas bien, más allá de los errores que cometen como todos los equipos.”.
La vuelta al país
La delegación auriazul llega esta noche a la ciudad de Rosario mediante un vuelo chárter que aterrizará en el aeropuerto de Ezeiza. Para mañana está previsto practicar en horario matutino y el domingo viajar nuevamente en avión hacia Mendoza, porque el lunes visitará Godoy Cruz por el debut en el torneo local.