Ezequiel Garay llegó a la cúspide de su carrera en el Mundial de Brasil 2014, donde obtuvo el subcampeonato con la Selección Argentina. Sin embargo, años después, su camino se convirtió en una pendiente, principalmente a raíz de un problema físico. Finalmente, a los 34 años, tomó la decisión de retirarse del fútbol profesional.
“Desde hace tres años, llevo en silencio (junto a un equipo médico) luchando e intentando poner la solución a un problema que apareció inesperadamente: ‘cuadro clínico de coxastrosis (hip artritis) izquierda, por alteración del cartílago de la cadera por constitución desde nacimiento sobrecargada por la práctica de actividad de impacto'”, comentó el defensor central.
En esa misma publicación de Instagram, precisó: “Dolores fortísimos que me impedían incluso caminar en ocasiones. Reiteradas infiltraciones (exigidas por mi) para competir al máximo nivel”.
Su último club fue Valencia, aunque la relación no terminó del todo bien. En medio de todo esto, se contagió de covid-19 y sufrió una nueva lesión, aunque estuvo a punto de volver al fútbol. “En febrero del 2020, se sumó otra grave lesión del a que me fui recuperando y lo conseguí, hasta tal punto de negociar con varios clubs para mi vuelta”, manifestó.
“No puedo, siento que estaría engañando a ese club, a los aficionados y a mí mismo. Comprometerse es una palabra que hay que cumplir, y mi compromiso tan solo sería cobrar dinero a cambio de nada, ya que probablemente dos de cada tres partidos no los jugaría por mi problema”, se lamentó.
Garay debutó en Primera División en Newell’s Old Boys de Rosario y luego construyó una más que interesante carrera en Racing de Santander, Real Madrid, Benfica, Zenit y Valencia.
Con el seleccionado argentino, el rosarino ganó el Sudamericano Sub 17 de 2003, la Copa del Mundo Sub 20 de 2005 en Holanda y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. En tanto, con la camiseta del seleccionado Mayor, disputó también las Copas América de 2011 y 2015, en la que Argentina también alcanzó la final.