Es cierto que Racing volvió a decepcionar en una final, tal como lo hizo en el encuentro decisivo de la Supercopa Argentina ante River, la Academia volvió a tener una noche oscura frente a Colón y el título de la Copa de la Liga Profesional quedó en manos del Sabalero.
Sin embargo, no menos verdadero es que el de Juan Antonio Pizzi es un proceso en construcción y que, a pesar de ello, alcanzó el juego decisivo del torneo local, accedió a los octavos de final de la Copa Libertadores como líder de su grupo y sigue con chances en la Copa Argentina.
Desde el inicio del ciclo de Pizzi, en enero de este año, Racing atravesó momentos de turbulencia, pero más por efectividad que por un funcionamiento vistoso, el conjunto de Avellaneda pudo enderezar el rumbo.
“Valoro el semestre que tuvimos, con las dificultades que tuvimos, los partidos que jugamos y las ausencias por lesión, covid o convocatoria de jugadores. Mas allá de la tristeza (por perder con Colón), el balance es favorable”, evaluó Pizzi tras el encuentro en San Juan.
Además, destacó: “En líneas generales, superamos las expectativas que podía haber, reconociendo que tenemos margen para mejorar”.
El plantel ya goza de un descanso y volverá a encontrarse el 21 de este mes para comenzar a pensar en el futuro. El nuevo torneo argentino, la Copa Libertadores, donde volverá a encontrarse con el San Pablo de Hernán Crespo el 13 de julio, y la Copa Argentina, torneo en el que enfrentará a Godoy Cruz, por los octavos de final.
Mientras, Pizzi y la dirigencia, seguramente, sacarán sus conclusiones y determinarán si hay puestos para reforzar, teniendo en cuenta también las eventuales salidas.