Italia dio otro paso ganador en esta Eurocopa, superando a Austria 2 a 1 en el alargue, luego de empatar 0-0 en los 90 minutos. Así dejó atrás los octavos de final y ratifica su inclusión entre los favoritos a quedarse con el título.
Presión alta, llegada de los laterales por las bandas, intensidad, buen juego, rapidez y ambiciones en ataque mostró Italia en en un primer tiempo, donde sólo le faltó el gol. Dispuso de su situación más clara con un derechazo de afuera de Immobile que sacudió el poste, a los 39 minutos.
En el segundo tiempo fue Austria el dominador. Màs activo, intenso y audaz pasó a comandar las acciones. Y tuvo una alegría breve con un gol de cabeza de Marko Arnautovic, quien tenía parte del cuerpo en posición adelantada; por eso tras unos instantes de consulta con el VAR el árbitro varió su decisión y anuló el tanto.
Con el resultado en blanco, se desembocó en el tiempo extra. Y ahí se repitió lo sucedido antes: mejor Italia en el (mini) primer tiempo y mejor Austria en el (mini) segundo.
Un golazo de Federico Chiesa -quien había ingresado en el minuto 39 del segundo tiempo-, con un tremendo gesto técnico, bajando con la cabeza el centro cruzado de Spinazzola, dominando la pelota con su pierna derecha y pegándole un soberbio disparo con la izquierda, puso el 1-0, en el minuto 94.
Diez minutos después, un zurdazo cruzado de Mateo Pessina -otro que entró desde el banco- puso el 2-0. En medio de los goles, Bachman voló espectacularmente para desviar un tiro libre de Insigne en dirección al ángulo.
Reaccionó Austria en el segundo período del alargue. Donnarruma se esforzó ante un tiro de Schaub. Poco más tarde Sasa Kalajdzic fue a atacar la pelota, adelándose y tirándose en palomita para descontar, en el minuto 113. Así el partido mantuvo la intensidad hasta el final.
Así Italia -que había vencido en sus tres partidos de la fase de Grupos- selló el pasaje a los cuartos de final de esta Eurocopa; su próximo rival, en Munich, será el ganador de Portugal-Bélgica.