Argentina recibirá a Chile el jueves en Santiago del Estero, aunque el seleccionado trasandino hizo todo lo posible para evitar ese viaje.
Por un lado, del otro lado de la Cordillera de Los Andes molesta, y mucho, que un viaje que habitualmente les lleva poco menos de dos horas se transforme en uno de cinco.
Claro, es que por las restricciones sanitarias que rigen en nuestro país, deberán volar primero desde Santiago de Chile hacia Buenos Aires, para luego abordar otro vuelo con destino a Santiago del Estero.
Incluso, según reveló La Tercera, han llegado a presentar una queja ante la FIFA, amparándose en el Artículo 21 del reglamento de la casa que rige al fútbol mundial. De todos modos, no se le prestó atención al pedido de cambio de sede.
“La federación anfitriona y/o la confederación correspondiente determinará las ciudades y los estadios donde se disputarán los partidos de la fase preliminar, y estos últimos deberán haber sido inspeccionados y aprobados por la confederación. La federación anfitriona y/o la confederación correspondiente informarán al respecto a sus adversarios y a la Secretaría General de la FIFA al menos ocho semanas antes de la fecha programada para el partido. En principio, el estadio deberá estar ubicado a un máximo de 150 km del aeropuerto internacional más próximo, y el tiempo de desplazamiento no podrá superar las dos horas por carretera. El aeropuerto deberá estar habilitado para el aterrizaje de vuelos chárter en caso de que la federación visitante opte por este medio de transporte para su delegación. Si las federaciones no llegaran a un acuerdo sobre los estadios, la Comisión Organizadora de la FIFA tomará la decisión definitiva”, indica la norma.
Por otro lado, en Chile consideran un riesgo innecesario tanto traslado dentro de un país como Argentina, que pasa su peor momento desde el inicio de la pandemia y al que incluso le sacaron la Copa América por ese motivo.