Oscar López Turitich, jugando para Platense en 1984, es otro de los futbolistas de campo que ocupó el arco, por circunstancias obligadas. En el Campeonato Metropolitano de 1984, Boca Juniors y el Calamar igualaban 2 a 2, en cancha de Vélez y una lesión del arquero Gabriel Puentedura, con los cambios agotados, derivó en López Turitich poniéndose el buzo y los guantes.
Ese hecho adquirió mayor relevancia, porque faltando pocos minutos para el final del partido, el improvisado arquero le atajó un penal al delantero uruguayo Fernando Morena.
¿Qué es de la vida de López Turitich? El ex marcador lateral nacido en Paraguay y que también jugó en River, Huracán, Cipolleti y Gimnasia y Tiro, atravesó un complicado problema de salud y le amputaron una pierna.
“Fue hace seis años. Tenía por problemas de mala circulación y muchos golpes recibidos en mi época de jugador. Se infectó, se gangrenó y encima se complicó por mi diabetes”, contó en el programa deportivo Poné los fideos de Radio 10 de Salta.
“Siempre hago bromas, como decir que voy a salir a correr, para levantar el ánimo. Como estímulo. Me ayuda bastante y evita que me deprima”, confesó. Dijo que “de Futbolistas Argentinos Agremiados y de AFA no tuve ni tengo ayuda. Sí de Platense, de Huracán y de ex compañeros de River del 85 y 86 pero no de la institución. Además me están ayudando de la Casa del Ex-futbolista y alguna gente del fútbol”.
López Turitich, de 60 años, señaló una preocupación: “Estoy preocupado porque vengo haciendo los trámites de pensión hace cinco años, pero no sale. Por una cosa u otra, hay mucha burocracia. Me dijeron que me quede tranquilo, que me lo van a dar, pero no sé cuándo…”
En ese reportaje con la radio salteña, el ex defensor rememoró el penal atajado a Morena: “Cuando se estaba preparando para patear le dije que se lo iba a atajar, y él se reía. Tuve la suerte de atajárselo, y dos veces: primero el penal y después el rebote. Yo conocía algo del puesto, porque en los entrenamientos iba al arco”.
Una de las ayudas que recibió el ex marcador de punta vino de un técnico argentino radicado en España, donde dirigió equipos juveniles y regionales de ascenso, Adolfo Ruggeri Huguetti. “Lo conocí personalmente a López Turitich en 2016, lastimosamente en una situación complicada para él. Conocía su historia rica en lo deportiva y me impactó su problema de salud”, afirma el técnico recibido en ATFA y con varias temporadas de experiencia en el fútbol español.
“Como entrenador, pero más como persona, intenté ayudarle mezclando lo futbolístico y lo humano. El corazón nos da la oportunidad de ser sensibles o no serlo. Y yo decidí por lo primero. Golpeé puertas en Agremiados, en AFA y de algunos de sus ex compañeros; pero esas puertas nunca se abrieron”, prosiguió su relato Ruggeri Huguetti.
Expresó que “cuando vi que esa respuesta no se podía cambiar, intenté hacerlo de forma personal. Así hemos conseguido una prótesis, servicio de rehabilitación, traumatólogo y asistencia médica y su calidad de vida cambió. Encontrando gente que estuvo cerca. Hemos trabajado mucho para lograr estas cosas importantes”.
El actual entrenador de inferiores de Leganés y en tratativas para asumir en un equipo de Segunda División sentenció que “lamentablemente muchas veces el mundo del fútbol se distancia mucho de jugadores que dejaron una historia enriquecedora para este deporte y que en el presente se encuentran en situaciones de vulnerabilidad”.