Gabriel Deck ya es jugador de Oklahoma City Thunder, pero todavía no pudo salir de Madrid y temen que no logre sumar minutos de juego con su nuevo equipo en lo que queda de la temporada de la NBA.
El santiagueño continúa esperando la llegada de su visa de trabajo de Estados Unidos, por lo que aún no puede viajar. Por si fuera poco, cuando lo logre y llegue a Estados Unidos, deberá someterse a una cuarentena estricta y a los hisopados correspondientes antes de siquiera tomar contacto con la gente de la franquicia norteamericana.
Con poco tiempo restante en la temporada regular y prácticamente sin chances de que Oklahome ingrese a playoffs, la máxima esperanza es que el argentino pueda lograr estar en diez partidos, aunque podría no llegar.
Además, hay otras cuestiones que deberá resolver Deck, sobre todo en cuanto a la adaptación, que tendrá que ser en todos los aspectos. Son entrenamientos diferentes, para un juego diferente, con nuevos compañeros, una nueva cultura y, sobre todo, en un país que habla un idioma que no maneja.
Esto también afecta al seleccionado argentino, ya que se acercan los Juegos Olímpicos y podría tener a una de sus figuras con muy poco rodaje de cara a la cita en Tokio.
Deck, que usará la camiseta número 6, firmó un contrato por tres temporadas, además de este mes que queda por delante. Solo el primero de esos tres está asegurado, al igual que los 3,8 millones de dólares que ganará el nacido en Colonia Dora.