Sergio Rapisarda, presidente de Vélez Sarsfield, y Eduardo Capuchetti, jefe de seguridad del club de Liniers, declararon hoy, mediante videoconferencia además de presentar un escrito, ante la Fiscalía especializada en Eventos Masivos, a cargo de la fiscal Celsa Ramírez, en la causa por la fiesta clandestina realizada en el quincho del Polideportivo de la entidad.
Rapisarda y Capuchetti fueron imputados penalmente, como responsables de delito de violación de los artículos 45 y 205 del Código Penal.
La noche del 31 de marzo se realizó una fiesta clandestina en un sector del club de Liniers, con show musical a cargo de L-Gante, sin respetar los protocolos sanitarios en prevención de coronavirus, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada siguiente.
Las filmaciones de ese evento fueron investigadas por las autoridades policiales y judiciales de la Ciudad de Buenos Aires y se constataron varios ítems que quebraron el protocolo, entre ellos: una cantidad de personas ampliamente superior a la autorizada, sobrepasar el horario autorizado, y la falta de barbijos y respeto de la distancia de la mayoría de los participantes.
La Fiscalía también tomará declaración, en fecha a definir, al cantante L-Gante -Elián Ángel Valenzuela-, al socio Adriano Mautone, cuyo cumpleaños se festejó esa noche, y a otros socios e hinchas de Vélez que estuvieron presentes.
El único dirigente de El Fortín que habló públicamente sobre el tema fue el abogado Mariano Lizardo, quien admitió “fallas en los controles y también en la dirigencia” y el permiso otorgado había sido “para celebrar un cumpleaños con un tope máximo de 30 personas”.