El ciclo de Cristián González como técnico de Rosario Central parece estar terminado debido a los malos resultados obtenidos en la Zona A de la Copa de la Liga Profesional.
A pesar de las críticas y del flojo nivel del equipo, la dirigencia confirmó al Kily para el partido del domingo contra Banfield, que parece ser clave para la continuidad del entrenador.
Luego de la derrota del viernes por la noche ante San Lorenzo por 2 a 0 y el final del equipo que fue un cúmulo de nervios con las expulsiones de Emiliano Vecchio y Lautaro Blanco, más la imagen del juvenil Facundo Almada conteniéndolo al propio entrenador auriazul, comenzaron una serie de cónclaves y rumores sobre la continuidad del Kily González en el cargo.
Mientras la mayoría de los integrantes de la Comisión Directiva querían echarlo o que renuncie, el presidente Rodolfo Di Pollina no estaba de acuerdo. El fin de semana fue movidito con muchas versiones, lo cierto es que hoy por la mañana dirigió la práctica en el predio de Arroyo Seco.
A continuación, hubo una extensa charla entre el técnico y los máximos dirigentes, con la presencia del director deportivo Raúl Gordillo, y cada uno se fue con una versión diferente. La dirigencia piensa que de ahora en más es “partido a partido”, una derrota contra el Taladro sería el final. Por su parte, el entrenador piensa que “el respaldo” es hasta el final de la temporada que incluye los 5 partidos de la Copa de la Liga Profesional, más los 6 encuentros de la fase inicial de grupos de la Copa Sudamericana.
El dato a tener en cuenta es que los referentes del plantel, Jorge Broun, Emiliano Vecchio y Marco Ruben, mostraron todo su apoyo, por ahora desde lo verbal, elogiaron el método de trabajo y que la crisis futbolística es por culpa del equipo. Además, pretenden sostener el proyecto deportivo que ya lleva 10 futbolistas promovidos a la máxima categoría.