El nivel de Rosario Central en la Copa Diego Maradona es muy irregular y tiene sus atenuantes, porque el entrenador Cristian González está debutando en su función y lo mismo ha sucedido con nueve futbolistas surgidos de las divisiones inferiores que están dando sus primeros pasos en la máxima categoría del fútbol argentino.
El supuesto proyecto deportivo que está encarando el club no fue ideado por los actuales dirigentes, sino que lo hicieron de manera obligada por la grave crisis económica que padece la institución auriazul, profundizada por la pandemia de Coronavirus. Al equipo no le alcanzó para clasificar a la Fase Campeonato y ahora juega con los peores en la Zona Complementación.
Tras la victoria por 4 a 0 ante un pobrísimo Patronato de Paraná, el lunes de la semana pasada, llegó el empate 2 a 2 con Unión, que pudo ser tranquilamente derrota. Como lo dijo el propio “Kily” González: “Lo que más resalto es el resultado, soy sincero, creo que ganamos un punto. El segundo tiempo no me gustó para nada, casi no llegamos al arco rival. Cambiamos de sistema para tratar de salir de contragolpe y tampoco resultó, estoy con mucha bronca. El desafío era sostener lo que habíamos hecho en el partido anterior y no lo logramos”, remarcó.
Y luego agregó: “No hemos hecho un buen partido, especialmente en el complemento donde perdimos la pelota por completo, nos generaron muchas situaciones de gol, teníamos a todos los volantes amonestados, así que era un problema en el momento de las pelotas divididas. Ahora a mirar para adelante y corregir los errores que fueron muchos”, aseguró.