Brian Fernández no perdió el rumbo, directamente nunca lo encontró. El delantero de Colón de Santa Fe fue internado en una clínica de Quilmes para tratar su adicción a las drogas por un pedido familiar a la Justicia.
El talentoso atacante, que fue suspendido por dopaje en 2015 cuando estaba en Racing Club, luego no logró hacer pie ni en el fútbol mexicano ni el estadounidense, aun con grandes actuaciones, por su problema personal que no logra superar.
En su llegada al sabalero volvió a tener inconvenientes, pero aceptó vivir en la pensión del club y hasta contó con el acompañamiento del cuerpo técnico, que con Eduardo Domínguez a la cabeza se alojó con él durante los primeros días de la cuarentena.
En los últimos meses, estaba recuperando su nivel y venía sumando minutos de juego, pero se ausentó del partido ante Gimnasia, desapareció por unos días de las prácticas y tuvo un fuerte cruce con uno de los colaboradores de Domínguez. Todo eso hizo que dejara la ciudad y, por un pedido familiar, se internara.
Fernández siempre tuvo todo para triunfar, pero no logra vencer a su adversario más peligroso: las drogas.