José María Pechito López se consagró campeón del WEC junto al inglés Mike Conway y el japonés Kamui Kobashayi, tras imponerse en las “8 Horas de Bahrein”, última competencia de la temporada y también de la era LPM1 de esta categoría.
El piloto cordobés sumó así su cuarto título mundial, ya que en su palmarés tenía las tres coronas obtenidas de manera consecutiva en la extinta WTCC (ahora WTCR).
Después de una larga y exitosa experiencia internacional, en la que incluso coqueteó con la Fórmula 1, López regresó al país y se consagró campeón de TC2000, Súper TC2000 y Top Race V6.
Luego inició una nueva experiencia en el automovilismo internacional que incluyó, además del WTCC, a la Fórmula E.
En Bahrein, la tripulación que integra el piloto de Río Tercero dominó a voluntad desde la clasificación con el Toyota TS050 Hybrid #7 del Toyota Gazoo Racing.
Es cierto que, con la deserción de los Rebellion de esta última fecha, la lucha fue únicamente contra sus compañeros de equipo, el suizo Sébastien Buemi, el japonés Kazuki Nakajima y el neozelandés Brendon Hartley.
Pero también es verdadero que había que cancelar la ventaja de 7 puntos con los que llegaron a Bahrein los conductores del Toyota TS050 Hybrid #8 y soportar la presión de llegar a esta cita con esta nueva posibilidad concreta de ser campeones.
Finalmente, López y compañía mostraron el temple necesario para obtener su cuarto triunfo del año y así pudieron festejar el título del WEC en el autódromo de Sakhir, localizado en la ciudad de Manama.