Nicolás González fue, sin dudas, el gran acierto de Lionel Scaloni en la doble fecha de Eliminatorias que acaba de terminar para el seleccionado argentino.
El futbolista de Sttutgart que se perdió varias convocatorias por lesión, estuvo siempre en el radar de Scaloni. Y los partidos ante Paraguay y Perú dejó en claro por qué el técnico pensó siempre en él como opción.
No lo hizo solamente por los goles que anotó, uno en cada partido, sino que se hizo un lugar en el el conjunto argentino también por otras cuestiones.
En primer lugar, porque ante Paraguay tuvo que desempeñarse en una posición poco habitual, la de marcador de punta izquierda, y cumplió sellando esa banda y otorgándole opciones al equipo por ese sector.
Luego, en Lima, porque contribuyó a la buena producción que Argentina elaboró en el primer tiempo, también por izquierda, pero muchos metros más adelante.
Proyección, solidaridad, prolijidad, profundidad y capacidad goleadora, fueron algunas de las virtudes que González mostró durante los dos partidos.
Al ex Argentinos lo reemplazó Ángel Di María a los 26 de la segunda etapa en Lima, pero su tarea ya estaba más que cumplida.