Hawaii. La meca del surf. Lugar mítico, paradisíaco, inspiracional y motivante. Pero, también, desafiante y peligroso. No cualquiera surfea allá, sobre todo en algunas playas y cuando las condiciones del mar se ponen exigentes. Pero, claro, para los avezados surfistas, es el lugar donde hay que ir. Para sacarse las ganas y vivir esa experiencia, al menos. O simplemente para mejorar el nivel. Esto último les sucede a los profesionales, quienes además de competir, muchas veces concurren a hacer la pretemporada porque no hay mejor lugar que estas islas. Por sus olas, por la diversidad de playas y la calidez de sus aguas. “Si surfeas bien ahí, tu nivel crece. Y la confianza, ni hablar”, repiten todos. Allá está ahora la selección argentina, con cuatro surfistas (Santiago Muñiz, Ignacio Gundesen, Leandro Usuna y Ornella Pellizari) y un entrenador (Martín Iatauro), como parte de su preparación para llegar afilada al Mundial ISA que se disputará a partir del 29 de mayo en El Salvador, con siete plazas olímpicas disponibles para las mujeres y cinco para los hombres. “Poder venir un mes acá, a entrenar y a estar todos juntos, en medio de esta pandemia, es una bendición”, resume Muñiz, rider estrella de Quiksilver que ya tiene dos títulos mundiales ISA y sueña con repetir para meterse en Tokio 2021.
“Los objetivos del viaje son múltiples. En primer lugar, nos encontramos en el segundo bloque de nuestra planificación post-parate, que nos dejó 90 días fuera del agua. La finalidad es la recuperación del volumen técnico de excelencia. En el primer bloque tuvimos 14 horas semanales en rompientes de aguas frías y de buena calidad, como Mar del Plata. Ahora, en Hawaii, estamos pudiendo duplicar ese volumen, llevándolo a 28 horas, en agua cálida y de excelencia. Otro de los objetivos es mejorar puntos técnicos individuales, trabajando en correcciones puntuales a través del video análisis. Además, un lugar así nos permite perfeccionar el equipamiento deportivo, ya que muchos materiales top se fabrican acá, como tablas, quillas, pitas y grips. Y, por último, la meta de seguir afianzándonos como equipo en búsqueda de lo principal, llevar al surf argentino a Tokio”, analiza Iatauro, coach del seleccionado desde hace tres años.
“Hawaii es siempre especial, uno de los destinos que más me gusta. Tengo varios preferidos, pero sin dudas este es un paraíso, como lugar y en relación a las olas”, cuenta Muñiz, argentino que vive en Bombinhas (Brasil), donde pasó gran parte de estos meses antes de sumarse al team en MdP. “Brasil no paró mucho pero, al suspenderse los torneos, tuvimos que remarla. Yo tuve la suerte de que mis sponsors, sobre todo Quiksilver, me bancó en este proceso”, admite quien destaca la importancia de esta estadía en Hawaii. “Un lugar así nos sirve mucho para entrenar, porque es una ola fuerte que exige mucho. Es otro tamaño al que estamos acostumbrados, con mayor volumen y fuerza. Necesitás otra remada, más oxígeno, porque a veces filtrás una ola (NdeR: pasarla por abajo cuando vas ingresando al mar) y parece que te vas a ahogar”, explica, sonriente, este marplatense que está a pocos días de cumplir 28 años. “Los primeros días terminé contracturado, con dolores en la espalda y algunos cortes por el fondo de coral”, explica detallando, por caso, la poca profundidad que hay donde surfean, una de las complicaciones de Hawaii. “En algunos lugares hay un metro de agua y en otros, te llega a la rodilla. Cuando cometés un error y te caes, la pagás con cortes o golpes”, detalla.
Desde el 15 de octubre -y hasta este fin de semana-, el equipo nacional se aloja en una casa frente a la playa Rocky Point y se va moviendo de acuerdo donde están las olas que más convienen para su preparación. Fueron a las míticas Pipeline, Sunset y Off the Wall, también a Haleiwa, Beach Park, Moster Mash, Lani y Chameleon, entre otras… “La mejor época de olas está comenzando justo ahora, pero igual agarramos buenas condiciones, entre uno y tres metros, aunque la idea fue buscar spots no tan concurridos y con olas más largas para hacer maniobras. Por eso nos hemos quedado bastante en Rocky Point, por la cercanía y por ser muy constante, aunque también hemos metido algunos tubos”, informa Santi, quien puntualiza que una de las claves en Hawaii es la paciencia por la cantidad de gente que hay en el agua. “Es una batalla por cada ola y podés estar 30 minutos para agarrar una muy buena, aunque es verdad que esta vez nos encontramos con muchos locales y pocos extranjeros. Por suerte los hawaianos nos conocen y no se han sentido invadidos”, agrega.
El seleccionado buscará los pasajes olímpicos, en mayo, en El Salvador, que presentará dos playas diferentes para este Mundial ISA que organiza la institución que preside el argentino Fernando Aguerre. “Hawaii y El Salvador tienen algunas similitudes. Son dos países hermosos, con excelentes olas y podemos relacionar algunas rompientes hawaianas con algún segmento de la ola salvadoreña. Pero cada país tiene su característica y cultura de surf. Hoy nosotros nos preparamos aquí, donde se encuentran los máximos exponentes mundiales, lo que nos obliga a elevar la performance y estar actualizados en las diferentes innovaciones técnicas. Ya el año próximo estaremos en el Salvador, preparándonos durante abril, con anterioridad al Mundial, ultimando detalles estratégicos, técnicos y tácticos”, comenta el coach, no sin antes agradecer a la Secretaría de Deportes de la Nación, el Enard y la Asociación Argentina de Surf que permiten estas preparaciones.
“Una bendición”, como dice Santi, para acercarse al sueño de ser los primeros en participar del debut del surf en un Juego Olímpico.