El Amalfitani, único estadio testigo del último recorrido de Diego

El camino desde la Casa de Gobierno, donde fue velado, hasta el Cementerio de Bella Vista, donde ya descansan sus restos, del cortejo fúnebre tuvo en su recorrido un único estadio de fútbol, el habitat donde Diego Maradona se desenvolvió con mayor naturalidad: el José Amalfitani.

Hinchas de Vélez le brindaron su último homenaje lanzando, desde el estacionamiento descubierto, situado detrás de la tribuna local, fuegos artificiales cuando el cortejo fúnebre pasó por la autopista que bordea el estadio fortinero en Liniers.

En esa cancha Maradona, en 1980, humilló a Hugo Loco Gatti, entonces arquero figura de Boca Juniors, que días antes de enfrentar a Argentinos Juniors, había calificado al 10 de “gordito”. Diego, en ese partido jugado en Vélez, se tomó revancha: le hizo 4 goles para redondear el 5 a 2 favorable al Bicho de La Paternal.

También el césped del Amalfitani lo tuvo a Maradona vistiendo su amada camiseta celeste y blanca, en 1987. Argentina jugaba un amistoso con Alemania, un año después de ganarle la final en el Mundial México 86. Napoli, entonces club del 10, no lo autorizó a Diego a viajar para jugar este partido. Pero Maradona, en uno de sus tantos actos de rebeldía, se subió igual a un avión y vino a defender la casaca argentina. Y le dio la asistencia a Jorge Burruchaga en el único gol de esa tarde.

En 1978 el joven Pelusa la rompió en un Vélez 0, Argentinos Juniors 2, en el Amalfitani. Quienes estuvieron presentes esa tarde quedaron admirados por las maravillas que realizó con su zurda. Como bonus track, también anotó los dos goles.

Otro recuerdo, aunque nada feliz para él, de Maradona en el Amalfitani se remonta a 1996 cuando Vélez goleó a Boca 5 a 1. La imagen del 10 reclamándole con vehemencia y disparando una de sus tantas frases célebres -“Maestro, ¿usted está muerto?”- a Javier Castrilli, quien lo había expulsado, tuvo amplia repercusión en televisión y videos en aquella época.

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