El duelo entre Racing y Unión de Santa Fe fue el primero que se disputó por el torneo argentino, desde el fallecimiento de Diego Armando Maradona. Y el Cilindro de Avellaneda, reinó la emoción.
Tal como estaba programado, los jugadores de ambos equipos y la terna habitual salieron al campo de juego vestidos con camisetas argentinas con el número 10 en la espalda y la silueta del ex futbolista en el pecho. Los jueces, además, portaron un tapabocas con una imagen del astro argentino.
Momentos antes de iniciar el juego de la quinta fecha de la Copa que ahora lleva el nombre de Diego Maradona, todos se reunieron alrededor del círculo central.
En el centro, una imagen del futbolista que llevó a Argentina a su segunda consagración mundial, en México 86. “La Mano de Dios”, que inmortalizó el fallecido cantante cordobés Rodrigo, sonó de fondo.
Los aplausos comenzaron a fluir, mientras una pelota empujaba hacia las alturas al barrilete cósmico. El relato de Víctor Hugo Morales adornó esa escena donde la emoción podía palparse.
El “Te quiero Diego” del cantante cordobés resonó en todo el estadio y el círculo perfecto en el centro del campo comenzó a diluirse, pero quedó impregnado en el césped del Cilindro, el recuerdo del, para muchos, más grande futbolista de todos los tiempos.