El regreso al entrenamiento del plantel de Vélez, esta tarde en la Villa Olímpica, tras el lunes franco presumía una jornada tranquila… Sin embargo una bomba estalló en el predio ubicado en Ituzaingó: Fernando Gago le avisó al cuerpo técnico y a sus compañeros su decisión de retirarse del fútbol.
El volante central, de 34 años, venía analizando el tema en los últimos unos días y lo había hablado en su círculo familiar e íntimo. Entre domingo, luego de su último partido, y lunes tomó la resolución.
En la reanudación de la actividad, tras el largo corte por la pandemia, Gago reapareció, recuperado de la operación en su rodilla derecha -una de las tantas lesiones que acompañaron su carrera-, efectuada en febrero, Gago despejó las dudas sobre su continuidad, con la renovación de su contrato en Vélez. Su idea era continuar una temporada más.
Ahora el cansancio y motivos personales acortaron los plazos y el partido del domingo pasado, ante Gimnasia y Esgrima en La Plata, donde ingresó en el inicio del segundo tiempo -cumpliendo una deslucida tarea- quedará en las estadísticas como el último en la campaña profesional de Gago.
El volante central, uno de los mejores del fútbol argentino, ya había anunciado su retiro en otra ocasión. Fue a fines de 2018, luego de la fractura de su talón de Aquiles izquierdo en la final de la Libertadores entre Boca y River, en Madrid.
Una semanas después, una conversación con su amigo Gabriel Heinze, entonces técnico de Vélez, y un pedido especial de su hijo, dio marcha atrás y retomó la actividad. En este segundo ciclo en El Fortín -había jugado un semestre en 2013, dando una vuelta olímpica con el equipo de Ricardo Gareca-, Gago disputó 16 partidos.
Además de esos 45 minutos ante Gimnasia y Esgrima, jugó los dos recientes partidos con Peñarol por la Copa Sudamericana.
El flamante ex futbolista debutó en Boca Juniors, cuya camiseta también defendió en dos ciclos (2004-06 y 2013-18). Real Madrid, Roma y Valencia testimoniaron su recorrido europeo. Salió catorce veces campeón: 9 con Boca, 4 con Real Madrid y 1 con Vélez.
Con la Selección Argentina, conquistó el Mundial Sub 20 de Países Bajos 2005 y se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Beijing 2008. Con la mayor, disputó el Mundial Brasil 2014.
Las lesiones serias, el punto oscuro de su carrera, también lo afectaron en la Selección: sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y el ligamento lateral de la rodilla derecha, ante Perú por las eliminatorias para Rusia 2018 y quedaría marginado de ese Mundial.