El “Peque” Diego Schwartzman buscará mañana objetivos personales como por ejemplo alcanzar su mejor ubicación en el Ranking ATP y meterse en su primera final de un torneo Grand Slam.
Pero habrá otro objetivo que lo trasciende: volver a colocar a un tenista argentino en una final de Roland Garros después de 15 años.
Y por esas cuestiones del destino, o el azar, su rival de mañana, el español Rafael Nadal, volverá a ser un actor principal en la historia.
Es que Nadal fue el rival que enfrentó y derrotó a Mariano Puerta, el último argentino en jugar la final de Roland Garros.
Aquel 5 de junio de 2005, Nadal necesitó de 3 horas 24 minutos para imponerse a Puerta por 6-7(6), 6-3, 6-1, 7-5, para conseguir de ese modo el primero de sus 12 títulos en el abierto francés.
Desde aquel entonces ningún tenista argentino volvió a meterse en la final. Apenas si David Nalbandian, 2006, y Juan Martín Del Potro, en 2009 y 2018, lograron llegar a las semis del Gran Slama que se desarrolla sobre polvo de ladrillo, la superficie que supo ser especialidad de los argentinos.