Diego Schwartzman se clasificó para jugar su primera semifinal de Roland Garros, tras derrotar esta tarde en un maratónico y emocionante partido al austríaco Dominic Thiem.
Schwartzman (12 preclasificado) 7-6 (1), 5-7, 6-7 (6), 7-6 (5), y 6-2, después de 5 horas y 08 minutos de partido.
En su primera semifinal de Grand Slam, el “Peque” enfrentará al español Rafael Nadal (2), quien en la búsqueda de su décimo tercer título en la arcilla de Roland Garros eliminó al italiano Jannik Sinner con parciales de 7-6 (7-4), 6-4 y 6-1.
Y como sino fuera poco lograr clasificarse a su primera semifinal de Grand Slam no fuese suficiente, Schwartzman logró ingresar por primera vez en su carrera el Top-10 del Ranking de la ATP.
¿Por dónde empezar? Por decir que Schwartzman ganó este encuentro por juego, corazón y estado físico, especialmente en el quinto y decisivo set.
Y también habrá que señalar puntualmente que la falta de frialdad y precisión en ciertos momentos del encuentro provocaron que todo se extendiera a ese quinto set.
Después de llevarse el primer parcial, el “Peque” tuvo chances concretas para quedarse con el segundo y el tercer set, pero no las concretó en gran porcentaje por culpa suya, y en una medida por el tenis de Thiem.
En el segundo set, Schwartzman se puso 5-4, estaba 30-15, pero definió mal una volea que parecía fácil y la dejó en la red. El “Peque” se vino abajo, Thiem se metió en el partido y se quedó con el set.
Como una ironía del destino, la misma situación volvió a darse en el tercer parcial. Schwartzman se adelantó 5-3, Thiem le quebró el saque y fue a sacar 5-4, y el “Peque” tuvo la chance de recuperar el quiebre al ponerse 40-30, pero no pudo concretar el break y el parcial se igualó 5-5.
La balanza parecía inclinarse definitivamente en favor de Thiem: dos sets a favor y 2-0 en el arranque del cuarto. Pero entonces apareció el coraje y el juego del argentino, para recuperarse con dos quiebres consecutivos.
Sin embargo Schwartzman fue más allá, y se adelantó en el marcador para ponerse 5-4, y 4-0. Pero su pulso volvió a fallar, Thiem recuperó el quiebre, y el partido iba a la definición en un nuevo tie-break, aunque en esta ocasión el ganador fue el argentino.
El quinto set nada tuvo que ver con lo sucedido antes. Schwartzman mantuvo la tranquilidad, Thiem comenzó a sentir el desgaste físico, y lo pagó con la derrota.