En la Copa América de Brasil 2019 sentaron las bases. Y en el inicio de las Eliminatorias intentarán ratificar que lo mostrado en aquella oportunidad no fue casualidad. Argentina tiene en el mediocampo una nueva conducción, que está lista para iniciar esta noche el camino hacia el próximo Mundial.
Leandro Paredes se estableció como volante central del equipo albiceleste. Es un futbolista más de juego que de recuperación. Sin dudas, es el predilecto del entrenador, Lionel Scaloni, para esa función.
Como compañero de fórmula, el técnico apostó al sacrificio, el despliegue y la versatilidad de Rodrigo De Paul. Y el ex jugador de Racing no desentonó.
De hecho, De Paul sorprendió a propios y extraños durante el torneo disputado en Brasil, en el que Argentina terminó tercera. En los partidos subsiguientes revalidó sus cartas, y se ganó un lugar entre los titulares en el inicio de las Eliminatorias.
Al mismo tiempo, si Giovani Lo Celso no se hubiera lesionado, seguramente habría completado el restante casillero del mediocampo.
El volante de Tottenham es del gusto del entrenador por calidad y conducción. Esta vez no estará, pero seguramente tendrá revancha pronto.
El plantel tiene opciones de sobra para esa ocupar el espacio vacío que dejó el ex Rosario Central, pero Marcos Acuña parece ser el apuntado. El apodado Huevo, cada vez que se puso la celeste y blanca en el pasado, aprobó. Sin tanto brillo, es cierto, pero cumplió.
Quizás por eso Scaloni confíe en él para el debut ante Ecuador. Acuña tiene entrega y un extenso recorrido por la banda. Y puede ser una rueda de auxilio importante para sus compañeros.
En la espera están Eduardo Salvio, de gran presente en Boca, Exequiel Palacios, del paladar del entrenador pero sin demasiada continuidad en Alemania, y otros futbolistas como Alejandro Papu Gómez, la joven promesa Nicolás Domínguez y Joaquín Correa, todos ellos con distintas características.
Será una buena prueba para todos la de esta noche en La Bombonera, pero principalmente para De Paul, Paredes y, probablemente Acuña.
Allí deberán colaborar con la línea de fuego, en un partido en el que, seguramente, será fundamental hallar los minúsculos huecos que entregará el seleccionado ecuatoriano para llegar hasta su arco.