El médico Diego Grippo, titular del Comité de Crisis que la Confederación Argentina de Basquetbol y la Asociación de Clubes, detalló hoy cómo serán las burbujas sanitarias que permitirán el desarrollo de la Liga Nacional y de las ventanas FIBA (27 y 30 de noviembre).
“El éxito de estas burbujas dependerá del estricto cumplimiento de las guías que FIBA ha enviado y que nosotros hemos adaptado estudiando muchos casos de competencias en distintos países. Nadie deberá descuidarse en la prevención, ni menospreciar el riesgo que existirá. Todo pasará por la responsabilidad individual para que, colectivamente, podamos cumplir con el objetivo de demostrar que el básquet argentino puede organizar un evento de esta magnitud”, advirtió Grippo, consultor en Salud y Deporte de la CABB y la AdC e integrante de la Comisión Médica de FIBA.
El médico elaboró un dossier de 19 páginas –ya en poder de los equipos- que incluye la explicación de por qué este formato es la mejor opción y detalla, en otros capítulos, cómo serán los traslados –hasta y dentro de la sede-, las evaluaciones y controles médicos, las comidas, alojamientos, entrenamientos, partidos y el rol de los recursos humanos, el personal médico y los medios de comunicación. Un documento que todavía debe ser aprobado por las autoridades sanitarias del gobierno nacional.
“No sólo me refiero a jugadores o entrenadores. Acá un periodista o un cocinero, por mencionar dos funciones al azar, pueden insertar el virus en la burbuja y generar una propagación. El lavado de manos permanente, el distanciamiento social y el uso de las barreras que hoy sabemos que son eficientes (tapabocas, barbijos y máscaras). Luego, claro, la higiene y la ventilación de todos los espacios utilizables, en los hoteles, los transportes y los estadios. Todo eso es esencial. Yo estuve analizando los protocolos de distintas competencias en diferentes países (la NBA, España, Alemania, Inglaterra) y si bien no todos son iguales, es verdad que son parecidos y, en las cuestiones básicas, resultan todos idénticos”, aclaró en una entrevista con Prensa CABB.
Además, para Grippo, “será un esfuerzo de logística y todo deberá funcionar como un relojito, cada engranaje cumpliendo su función con precisión”.
Ya está determinado que haya un hotel exclusivo para los protagonistas –con un sector aislado para los empleados, estacionamiento propio y un espacio abierto de movilidad- y otro para las demás personas (dirigentes, periodistas, entre otros) que no tendrán contacto directo con los protagonistas. Se encuentra definido todo lo que deberán proveer los hospedajes: material preventivo, alfombras higiénicas, dispensadores de soluciones hidroalcohólica y geles, capacidad suficiente para alojar a las personas en habitaciones singles, limpieza diaria de todas las habitaciones y lugares comunes, y un servicio de lavandería acorde a las nuevas necesidades. También están precisadas las exigencias en el tema comidas, como cubertería envasada individual y bebidas individuales embotelladas, todo realizado en comedores amplios, ventilados y debidamente higienizados, sin superponer horarios de los distintos planteles. Las canchas de entrenamientos y juegos tendrán circuitos delimitados para ingreso y egreso (distintos), se evitará el uso de los vestuarios durante las prácticas, habrá lugares para limpieza de calzado y deberán respetarse a rajatabla los horarios (1 hora de práctica como máximo, 15 minutos entre la salida de un equipo y la entrada del siguiente, por caso). Cada jugador deberá llevar una muda de ropa, un kit de higiene personal y un par extra de zapatillas extra, para juego y entrenamiento. Hay un marcado énfasis en que los lugares cerrados deben ser permanentemente ventilados y aseados, con suficientes dispensadores de geles y soluciones hidroalcohólicas. Durante los partidos, habrá zonas claramente delimitadas y señalizadas para los distintos protagonistas, de acuerdo a su rol en el torneo. Y, además, tanto en los hoteles como en los estadios, habrá puestos de control médico en cada uno de los accesos.
En las ciudades habrá dos centros de salud destinados a la competencia: uno para posibles enfermos de Covid y el otro para atender lesiones o cuestiones habituales que sucedan en un torneo. El protocolo tiene todo determinado, incluso una forma de reaccionar a las contingencias.
“Si hay un positivo o alguien con sintomatología de Covid, se lo aislará en otro piso del hotel que estará especialmente preparado para ese fin”, detalló Grippo.
La organización designará una Comisión Médica cuyos roles serán asesorar y apoyar en la toma de decisiones, además de ser la responsable de la vigilancia y seguimientos de todos los procedimientos. Todo, además, estará controlado por un especialista en bioseguridad e incluso FIBA, si las ventanas se confirman en las mismas sedes que la Liga Nacional (hoy siguen siendo Córdoba capital y Carlos Paz), enviará a una persona especializada para el control del protocolo. En relación al transporte, para los equipos de la Liga Nacional se desaconseja el traslado en avión en favor de los micros de los equipos. En el caso de las ventanas FIBA, no hay otra opción.